Cospedal propone una lista de integración tras la primera vuelta para evitar la ruptura
Santamaría y Casado quieren llegar hasta el final del congreso con sus candidaturas
El miedo a la ruptura se siente en el PP, nada acostumbrado a un proceso como el que tiene ante sí, con seis candidatos que compiten por ser el próximo presidente nacional, y con el partido obligado a elegir un bando. María Dolores de Cospedal propuso ayer que tras las primera vuelta de las primarias del PP, el 5 de julio, en la que solo pueden «sobrevivir» los dos candidatos más votados, se logre una lista de integración para llegar unidos al congreso extraordinario del 20 y 21 de julio . El objetivo: ahuyentar el fantasma más temido, el de la división, pero también evitar que quien gane acumule un exceso de poder sin contar con el resto.
La propuesta de Cospedal tuvo una aceptación entusiasta por parte de José Ramón García Hernández , que pidió llegar a la recta final del congreso con los deberes hechos y una sola candidatura. Dos de los aspirantes que parten como favoritos, Soraya Sáenz de Santamaría y Pablo Casado , recibieron la propuesta con más cautela. Ambos están dispuestos a llegar hasta el final del congreso con sus candidaturas, y ofrecen, en todo caso, «generosidad» a los demás. Casado ya rechazó una propuesta parecida de Cospedal el mismo día en que anunció su candidatura, el lunes 18. En aquel momento rechazó la idea de formar parte de la candidatura de la que ha sido número dos del PP en la última década.
Por parte de Santamaría, uno de los exministros que están en su equipo, Íñigo Méndez de Vigo , explicó a ABC, que sus «adversarios son Pedro Sánchez, los independentistas y los populistas, y no los compañeros de partido». Por eso, ante la propuesta de Cospedal subrayó que Santamaría «siempre actuará con generosidad».
«Concilio de notables»
Los demás candidatos, a priori con bastantes menos opciones de pasar a la segunda vuelta para la elección del presidente del PP, defienden el papel protagonista de los afiliados. El exministro Margallo ve el sistema de doble vuelta electoral sin entusiasmo, y cree que la propuesta de Cospedal significa, «en román paladino», que «acepta que los militantes tengan la última palabra y que no hay segunda vuelta». «A mí eso me parece razonable, creo que haríamos un mal servicio si el concilio de notables anula el voto de la militancia», comentó.
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