Manuel Marín

Contradicciones en el PSOE

Manuel Marín

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Todo responde a la farsa propia de un ritual de apareamiento inevitable. El PSOE, lo niegue o no, se hace trampas al solitario en la conciencia de que tendrá que evitar las terceras elecciones, y de que desde la oposición tendrá que abrir la espita para una refundación inevitable y un nuevo liderazgo. Lo demás, como el Comité Federal del sábado, son prolegómenos típicos de un telonero de segunda para maquillar con polvillos de dignidad la demoledora realidad de 85 escaños. Mientras, Ciudadanos masculla con cara de pocos amigos esa irritante sensación de ninguneo. Son el centro político sin ser el centro de nada, y se enmiendan la plana unos a otros sin siquiera responder con una mínima convicción o claridad sobre todo lo que se les pregunte. Etéreos en su intrascendencia, giran en torno a contradicciones perpetuas que se niegan a corregir para definirse.

Rivera no termina de medir sus pasos, y con los meses será testigo de cómo el PSOE le termina hurtando el papel de partido responsable, con vocación institucional y servicio a España… porque acabará prestando a Rajoy las abstenciones indispensables. Ciudadanos va a rebufo para no contaminar su centrismo penitencial y, a cambio, el PSOE asume a regañadientes la evidencia de que, a última hora y obteniendo el mayor rédito posible de desgaste para Rajoy, terminará favoreciendo su investidura. No hay otra salida, salvo la repetición de elecciones.

Y ahí es donde las contradicciones de PSOE y Ciudadanos emergen con nitidez. Dicen hoy una cosa para hacer mañana la contraria, sencillamente porque carecen de otra alternativa si realmente tienen descartado provocar un bloqueo institucional de un año completo. Votar «no» en la investidura, como hará el PSOE en un principio, y decir que se limitará a quedar en la oposición para que el PP negocie con partidos de similar ideología -Ciudadanos, PNV, Democracia y Libertad, Coalición Canaria…- es un ejercicio de cinismo para retrasar lo inevitable. Si no se abstienen, habrá elecciones. Por eso empieza a crearse en el PSOE una burbuja de resignación anímica ante lo inevitable. Una cosa es no sacar rentabilidad a los tiempos o simular resistencia infinita, y otra no rendirse a la evidencia. Rajoy es el patriarca de la paciencia. Ahí Sánchez tampoco le va a ganar. Bastante tendrá con sobrevivir en el PSOE.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación