Curri Valenzuela

El Congreso de los horrores

Diputados que insultan a diputados; diputados que zarandean a sus vecinos de escaño; diputados que sacan el bocata a la hora de merendar; diputados con camisetas con mensajes reivindicativos, diputados que señalan con el dedo y se ríen de lo que dice en la tribuna uno de sus colegas. En los casi cuarenta años de Democracia en el Congreso no se había visto nada igual a lo que se está viviendo desde el comienzo de esta Legislatura y la cosa parece que va a peor: un tercio de los 350 miembros de la Cámara pertenecen a partidos antisistema que no es que están dispuestos a saltarse el protocolo, sino que tienen como norma provocar escándalos dentro del hemiciclo en cada una de las sesiones para copar la atención de los medios de comunicación.

Lo de Carolina Bescansa dando de mamar a su bebe al comienzo de la breve legislatura anterior se ha quedado ya en anécdota, como las rastas del canario Alberto Rodríguez. Los famosos del momento son Rufian, Espinar y Matute, que ingresaron en la cámara parlamentaria de los horrores en las sesiones de Investidura de la semana pasada. Gabriel Rufian, el diputado de Esquerra Republicana que llamó «traidores» a los socialistas que se abstuvieron para que saliera elegido Mariano Rajoy ; el senador madrileño de Podemos Ramón Espinar que zarandeó al número dos de Ciudadanos, José Manuel Villegas, porque este le afeó que Pablo Iglesias y los suyos aplaudieran al portavoz de Bildu, Oskar Matute, y este mismo, el que dijo en la tribuna que España «todavía huele a cal viva».

En Legislaturas anteriores siempre había un par de portavoces especialistas en dar mítines propios de la izquierda más radical desde la tribuna, momentos que no levantaban interés en los medios de comunicación. Pero lo de ahora es distinto: consiste en una campaña sistemática de Podemos, Izquierda Unida y sus Mareas, ERC, Compromís y Bildu para no dejar que acabe un solo pleno sin un escándalo para llamar la atención. Y los de Iglesias se llevan la palma: el mismo día de la semana pasada en que acabaron la sesión abandonando el hemiciclo tenían preparado un show , que al final no llevaron a cabo, para ponerse unas camisetas verdes reclamando la libertad de su compañero Andres Bódalo, un concejal de Jaén encarcelado por agredir a un edil socialista . Lo que montarán cuando en fecha próxima los Reyes presidan la apertura oficial de la Legislatura está por ver.

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