El comisario de Barajas medió para que el «pagafantas» editara un disco flamenco

El guineano asegura que pagó 66.000 euros en 2012 porque se lo pidió Carlos Salamanca

El comisario Carlos Salamanca (a la izquierda) , con su amigo el comisario José Manuel Villarejo ABC

La operación Tándem contra la corrupción policial por la que fueron detenidos el 5 de noviembre los comisarios José Manuel Villarejo y Carlos Salamanca , exjefe del aeropuerto de Barajas, sigue dando sorpresas y eso que apenas ha comenzado el análisis de los cerca de cuarenta terabytes de información intervenida al primero, que mantiene en vilo a mucha gente dada la desmedida afición de Villarejo por grabar a sus interlocutores.

Uno de los damnificados por los tejemanejes y las exigencias económicas de los dos altos mandos policiales, que se define a sí mismo como «pagafantas», ha aportado al juez Diego de Egea nuevas pruebas de las continuas «inversiones» y regalos que le demandaba el comisario Salamanca. El policía a cambio le facilitaba accesos irregulares (entradas sin visado y sin control de equipajes) y gestiones en el aeropuerto a los clientes guineanos de este hombre, según ha admitido él mismo ante la Audiencia Nacional.

Este empresario, ecuatoguineano y que vivía a caballo entre Madrid y Guinea, fue quien encargó a Villarejo el llamado «informe King» para desacreditar a Gabriel Obiang , uno de los hijos del presidente Teodoro Obiang a cambio de cinco millones de euros, según las primeras investigaciones que se habrían pagado en cuentas de Panamá. Las pesquisas han logrado seguir el rastro completo de un millón a través de varios países hasta llegar a una sociedad malagueña de Villarejo, como informó ABC.

Boda, relojes, perfumes, viajes

Vinculado a una de las empresas petrolíferas clave del país africano, el «pagafantas» es también la persona que compró dos Porsche para el comisario Salamanca, puestos a nombre de terceros; quien aportó 25.000 euros para la boda del hijo del comisario y lo surtió de carísimos relojes, perfumes, viajes y hasta una caldera para la piscina de su chalé, tal y como consta en el sumario.

Entre las sorprendentes dádivas, confesadas por el autor de las mismas, hay un contrato por el que el «pagafantas» aportó 66.000 euros para producir varios álbumes de música y editar sus CD en el mercado. El contrato, fechado en septiembre de 2012 se suscribió, según ha podido saber ABC, entre este empresario y Luis Fernández Losada, el conocido guitarrista, compositor y productor flamenco «Tito Losada». Los álbumes que iban a ser producidos por «Tito Losada» eran «Los gitanos cantan a Dios: la misa flamenca»; «El Padrino, versión flamenca» y un tercero de versiones.

El ecuatoguineano, parte fundamental de las pesquisas, ha aportado este contrato al juzgado de la Audiencia Nacional junto con un escrito en el que asegura que financió los discos flamencos porque se lo pidió Carlos Salamanca, a quien consideraba su compadre. De hecho, también ha entregado una copia de la carátula de uno de los supuestos discos producidos en el que Tito Losada dedica la contraportada «A Carlos y Paco», como prueba de ese requerimiento del policía. En teoría, los 66.000 euros eran un préstamo que sería devuelto en tres años.

Haciéndose el pasaporte

«Yo a Carlos Salamanca lo conocí haciéndome un pasaporte en Barajas e hicimos amistad. Luego me ha llamado para actuar en varias fiestas. Tocamos en los Ángeles Custodios (el patrón de la Policía) allí en Barajas y he ido a tocar a varias fiestas particulares con una cantaora y una bailaora. Su amigo me propuso hacer un disco y una vez le empeñé la guitarra porque el mundo del flamenco es como es y hemos pasado una mala racha», explica a ABC Tito Losada, con una amplísima y reconocida trayectoria.

El guitarrista y compositor asegura que la «Misa flamenca» está editada mucho antes, en 2007, y no sabe por qué aparece en ese supuesto contrato. «Ojalá nos hubieran dado 66.000 euros. No estaríamos pasándolo mal», dice. Según su explicación, el disco pactado con el amigo de Salamanca, se grabó pero «no tiene ni título y no está editado». «No le interesó a ninguna discográfica. Hice unos cien para repartir por ahí y a los amigos pero no se vendió». «Es rumbero, de lo que se empezó a llevar tanto, versiones de Camilo Sexto, José Luis Perales y otros, con arreglos flamencos», admite sin demasiado entusiasmo.

Está sorprendido de que su nombre aparezca en un documento de la Audiencia Nacional. «Yo nunca he tenido que ver con ningún lío. Los artistas nos buscamos la vida; es un poco triste tener que actuar en un restaurante, sin menospreciar eh, después de los sitios en los que hemos estado». Se despide preguntando si tendrá que ir a declarar al Juzgado.

El comisario de Barajas medió para que el «pagafantas» editara un disco flamenco

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