Comienza el desmontaje del Mobile World Congress

En los pabellones del Mobile hoy se trabaja con desgana. Es un ambiente desangelado el que hay en la Fira de Barcelona donde toca desmontar lo poco que se había avanzado. Y entre pasillos desiertos y muebles sin desembalar, la frustración económica de los operarios. Un vacío que se expande a los negocios que hay en torno al recinto. En los restaurantes a los que acudían los montadores y donde llegaban a contar con 50 comidas diarias o los que ya tenían su espacio reservado para los congresistas. Los hoteles y apartamentos turísticos de la zona se quedan también sin huéspedes lo que, para este último sector, supone dejar de ingresar hasta 20.000 euros diarios. Pérdidas para una ciudad que ve cómo el Mobile hace las maletas.-Redacción-