Clamor en la cumbre iberoamericana por el reparto desigual de las vacunas
Sánchez promete vacunas para América Latina entre críticas de Guatemala, República Dominicana y Costa Rica por el «fracaso» del sistema de reparto para los países menos poderosos.
La respuesta a la pandemia consume todas las expectativas de la .XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno que se celebrar hoy en Andorra y que fue precedido por el tradicional encuentro empresarial. El acceso universal a la vacuna aparece como reivindicación transversal. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, acude a estas jornadas con el anuncio de que España quiere poner a disposición de América Latina vacunas contra el Covid-19 tan pronto como sea posible. «Lo hacemos porque el acceso a las vacunas tiene que ser equitativo y universal», defiende el Gobierno.
«Nuestro país refuerza así su compromiso con el progreso de la comunidad iberoamericana. Trabajaremos, también en estos días, en el diseño de una respuesta coordinada a la crisis sanitaria, económica y social para avanzar en una recuperación sostenible e inclusiva en Latinoamérica», expresaba Sánchez a su llegada al Principado. En la primera reunión de la jornada, un conversatorio entre los Jefes de Estado y de Gobierno presentes en estas jornadas que se celebran de forma semipresencial, ha quedado de manifiesto el malestar de los países más pequeños respecto al reparto de vacunas.
En este primer evento los presidentes de Guatemala, Alejandro Giammattei, y de República Dominicana, Luis Abinader, se quejaron ede que el mecanismo de distribución de vacunas de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Covax, no está siendo eficaz.«El sistema Covax ha sido un fracaso, yo mismo lo he dicho protestando contra esa irresponsabilidad, donde un pequeño grupo de países tienen todas las vacunas y la gran cantidad no tenemos acceso», protestó Giammattei. El mandatario de Guatemala ha afirmado que, de las tres millones de dosis que debían llegar a Guatemala a través de este mecanismo, «solo llegaron 81.000». Y ha puesto como ejemplo de que ya obtuvieron más, hasta 200.000, mediante un acuerdo bilateral con la India. «Hemos comprado Sputnik fuera del mecanismos Covax, que es un fracaso, necesitamos un mundo más solidario», ha rematado.
Por su lado, el dirigente dominicano ha coincidido en valorar ese reparto como «un fracaso» y ha recordado que ya solicitó «poder tener un acuerdo sobre patentes para poder producir» a nivel nacional: «No se logró, entiendo que cada país quiere tener vacunas para su gente primero, pero creo que nos faltó creatividad en ese sentido», lamentó Abinader.
En un panel posterior, referido a la necesidad de reforzar el sistema de salud mundial, el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado, ha hecho una encendida crítica a la asimetría en el reparto de vacunas. «El 53% de las vacunas están en menos de 16% de la población», ha denunciado, como ejemplo de una «desigualdad numérica abismal en el acceso a la vacunación». El mecanismo Covax solo tiene en su poder una cuarta parte de esas vacunas y son esas las que llegan a los países más pobres. «Necesitamos respuestas globales. Que se garantice no en el discurso sino en lo fáctico que nadie quede atrás».
En la misma línea, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, ha lamentado que «no hemos sido capaces de garantizar que la distribución haya sido equitativa». Y ha denunciado el enfrentamiento entre China y Estados Unidos que ha generado «un vacio de liderazgo que tenemos que llenar».
Inevitablemente interpelados por sus interlocutores, los representantes de Francia, Portugal y España han manifestado su voluntad por solucionar esa situación. El presidente francés, Emmanuel Macron, ha defendido una «auténtica cooperación sobre política de vacunas» porque «no podemos salir de manera aislada». Pedro Sánchez ha evitado dar más detalles sobre su propuesta de cesión de vacunas a los países de América Latina, pero sí ha reconocido que desde Europa se tiene que «liderar» la iniciativa para alumbrar un tratado internacional de pandemias qque garantice una mayor cooperación: « No vamos a estar seguros hasta que todos estemos seguros . Sin duda Europa tiene mucho que hacer en ese ejercicio de solidaridad«, ha dicho.
El primer ministro portugués, Antonio Costa, ha pronunciado un vivo discurso de receptividad respecto a las quejas de sus colegas iberoamericanos: «No hay derecho a que unos tengan capacidad de vacunar a su población y otros no lo tengan», ha dicho. Aunque aquí ha querido defender que la UE «nunca ha frenado exportación de vacunas» y que el problema es que Estados Unidos y Reino Unido deberían practicar esa misma política de solidaridad: «el virus no tiene fronteras y las vacunas no tiene nacionalidad» .
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