Las ciudades refuerzan sus lazos ante el abandono de Moncloa
Exigen al Gobierno que libere los 28.000 millones de remanente de las arcas locales
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El malestar general y la desconfianza ante la unilateralidad con la que el Gobierno gestiona esta crisis se extiende más allá de las comunidades autónomas. Los presidentes regionales denuncian el ninguneo de Pedro Sánchez, que no se pone al teléfono y se limita a contarles en domingo por videoconferencia lo que anuncia el sábado por televisión.
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Esa sensación de abandono, o de flagrante incomunicación, es más acusada todavía en el tercer nivel. Los municipios se quejan de que pese a ser la administración más cercana al ciudadano son también la última de la cola. Piden disponer de recursos para paliar los efectos del coronavirus y participar en el diseño de la desescalada, pues ellos deben aterrizar las medidas. Pero la falta de interlocución con Moncloa es total: Sánchez ni siquiera ha llamado al alcalde de Madrid, la ciudad más castigada por la epidemia, como sí hizo el Rey.
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Sánchez presume de ser el primer presidente en reunirse con la junta directiva de la Federación de Municipios y Provincias (Femp), presidida por el alcalde socialista de Vigo, Abel Caballero. De aquella salió el compromiso de reunirse quincenalmente con el Gobierno, aunque de momento solo se ha convocado otra con la vicepresidenta Teresa Ribera y los ministros Salvador Illa (Sanidad) y Carolina Darias (Política Territorial) .
Estaba previsto otro encuentro para ayer pero Moncloa lo retrasó de la agenda. El PP denuncia que la fotografía es pura propaganda del Gobierno, que no atiende a las demandas de los municipios, la misma queja que aflora de las conferencias de presidentes autonómicos.
La delegación del Gobierno de cada comunidad ejerce de interlocutor con los alcaldes y son muchos los que se han quejado de caos organizativo, por ejemplo, en el reparto de las mascarillas en el transporte público.
En paralelo, los regidores de las principales ciudades españolas se organizan por su cuenta. Las llamadas entre ellos son habituales, incluida la consulta de la alcaldesa Ada Colau a su homólogo de la capital de España, José Luis Martínez-Almeida , en los primeros momentos de la crisis.
El 14 de abril se reunió el «C7», un foro inédito de los gobernantes de Madrid, Barcelona, Sevilla, Valencia, Málaga, Zaragoza y Murcia. Los representantes de PP, Comunes, Compromís y PSOE firmaron una declaración que recoge la principal reivindicación de los municipios al Gobierno para afrontar la crisis del Covid-19: movilizar sus ahorros de estos últimos años.
Del «C7» al «C15»
Este núcleo se formó a propuesta del alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón (PP), aunque se acordó abrir el grupo a las diez primeras, incluidas Palma de Mallorca, Las Palmas y Bilbao. Sin embargo, el «C10» nunca llegó a celebrarse. El presidente de la Femp retoma hoy estos encuentros extendiéndolos a 15 ciudades, lo que le incluye a él. En el nuevo saco se incorporan también Alicante, Córdoba, Valladolid y Gijón. Sánchez se garantiza la presencia del portavoz del PSOE, Óscar Puente, en este nuevo y reivindicativo foro.
En resumen: Exigen poder gastar el superávit del año pasado (3.800 millones) y el remanente acumulado de los últimos ejercicios (28.000 millones). Moncloa, de momento, limita esa movilización de fondos al 20 por ciento de lo ahorrado en 2019 y siempre bajo supervisión del Ministerio de Hacienda. Una cantidad insuficiente para los municipios, que piden al Gobierno que aclare cuanto antes el destino de ese importante fondo. El agujero presupuestario de las arcas municipales será terrible: por la caída en picado de impuestos y tasas, así como el desplome de usuarios del transporte público.