Ciudadanos ve más fácil consolidarse con un tercer mandato de Rajoy
Rivera se beneficiaría de la ausencia de relevo generacional en el PP si el líder sigue
La figura de Mariano Rajoy aparece en el imaginario de Ciudadanos como el Dios Jano. Una figura con dos rostros. Por un lado es la pieza política que la formación de Albert Rivera quiere cobrarse (ya a medio plazo) en su afán regenerador, pero por otro se tiene la convicción de que su consolidación como partido en el tablero político depende en parte de si el PP acomete o no un relevo generacional.
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En pleno agosto, el presidente del Gobierno recuperó para el debate político la discusión sobre su sucesión al frente del PP . Y lo hizo para cerrar la cuestión de plano. Fue durante la rueda de prensa posterior a su audiencia de verano con Felipe VI. Preguntado por los datos del CIS, una encuesta que ha disparado al PSOE de Pedro Sánchez y lo ha puesto a menos de cuatro puntos de los populares. «Las encuestas son encuestas», dijo Rajoy, para asegurar que en el PP se encuentran «muy animados» y trabajando para ganar las elecciones: «Me encuentro en forma para hacerlo».
Me siento en forma para ganar las elecciones
Mariano Rajoy
La utilización de la primera persona es un meteorito político de consecuencias potentísimas: zanja cualquier debate sucesorio en el PP, tensiona la relación con Ciudadanos en el corto plazo y condiciona la futura estrategia de los de Albert Rivera. Lo primero no tiene mucha historia. Con la economía creciendo y tras salir reforzado de los duros meses del bloqueo político la figura de Rajoy ha crecido en el partido y en el espectro electoral de los conservadores. No hay contestación alguna a su liderazgo. Dentro de lo negativo que puede parecer el CIS para el PP y para Rajoy como líder pero valorado, otro reluce como un tesoro en las filas populares: su valoración entre sus votantes es más alta que la que tienen Sánchez o Rivera entre los suyos.
Un acuerdo sin cumplir
Desde la perspectiva de Ciudadanos la continuidad de Rajoy genera sentimientos encontrados . Ambas formaciones suscribieron un acuerdo de investidura en la que Ciudadanos logró incorporar su demanda de limitar los mandatos presidenciales . Una reforma que debía empezar a trabajarse en los primeros tres meses de legislatura pero que se posterga sine die. Los populares ya expresaron sus reticencias al respecto durante la negociación y desde enero aseguran que restringir el mandato les genera dudas de inconstitucionalidad.
Por eso la redacción del compromiso aún sin cumplir nada en la ambigüedad: «Establecer el compromiso de que quien haya ostentado durante ocho años consecutivos el cargo de Presidente del Gobierno no opte a la reelección. En el seno del Pacto de Estado por la Regeneración y la Calidad de la Democracia, se procurarán las fórmulas precisas para regular este compromiso», reza el texto de origen.
El conflicto respecto a cómo abordar la reforma ha generado fricciones no solo entre ambos partidos, sino que ha llevado a Ciudadanos a desdecirse respecto al alcance que la reforma podría tener sobre la figura de Rajoy. Incialmente el número dos del partido, José Manuel Villegas , aceptaba que una modificación así no puede tener carácter retroactivo : «La limitación es para que se produzca una vez introducida la medida, por lo que si el señor Rajoy se perpetúa en el cargo, no estaría vulnerando el pacto», indicaba. Más allá de decir que de desarrollar un tercer mandato Ciudadanos diría que «nos parece mal».
La forma de abordar la reforma sobre el límite de los mandatos ha obligado a Cs a desdecirse en alguna ocasión sobre cómo afectaría a Rajoy
Sin embargo, apenas unos días después Ciudadanos se reunía con el PP y les presentaba una propuesta para abordar esta reforma consistente en reformar un artículo de la ley de Gobierno que quedaría así: «Para ser Presidente del Gobierno se requiere, además de los requisitos mencionados en el apartado anterior, no haber ostentado este cargo durante los dos mandatos inmediatamente anteriores a su propuesta de nombramiento, siempre que estos sumen al menos ocho años». Desde entonces en Ciudadanos defienden que si se realiza esa modificación Rajoy no pudiese optar a la reelección si la presente legislatura termina con normalidad, pero sí podría hacerlo si sobreviniese un adelanto electoral.
En Ciudadanos defienden que se trata de «una lógica de regeneración democrática que toca ahora» y creen que una modificación así entra en vigor «inmediatamente». Pero en privado se reconoce que será difícil lograr consenso para sacarlo adelante, aunque el PSOE se ha comprometido a apoyarlo . Por contra, el PP sostiene como mensaje de fondo que una reforma así puede ser inconstitucional, porque afecta al sufragio pasivo. Y en cualquier caso defiende abordar la cuestión en el marco de la reforma constitucional.
En Ciudadanos la continuidad de Rajoy es una moneda al aire. Su continuidad es vista en términos de oportunidad, ya que existe la creencia de que sin relevo generacional en la cúpula del PP los conservadores no podrán remontar electoralmente. Pero por otro lado, la hipótesis de un tercer mandato de Rajoy condiciona la gran apuesta estratégica de Ciudadanos en el próximo periodo electoral: entrar en gobiernos.
La estrategia que el partido ha aprobado indica que ese momento llegará a partir de 2019, tras los comicios municipales y autonómicos. Pero la joya de la corona de esa estrategia es ocupar ministerios en 2020. Con el reparto de fuerzas actual y dada la incompatibilidad con Podemos y el viraje de Sánchez, Ciudadanos solo ve posible que ese gobierno conjunto se articulase con el PP. Y la perspectiva de gobernar con Rajoy al frente no les parece muy edificante, más cuando la formación está vendiendo estos meses como «un acierto» no haber entrado en el Gobierno de Rajoy por los casos de corrupción.