Ciudadanos asegura que ha acordado con el Gobierno eliminar el impuesto al diésel vía enmienda
La ministra de Hacienda dice que no ha hablado con el partido de Inés Arrimadas, pero se abre a negociar
Ciudadanos (Cs) ha recibido con esperanza el borrador presupuestario presentado ayer por Pedro Sánchez y por Pablo Iglesias , a la espera de conocer el detalle de su contenido. En el partido de Inés Arrimadas aprecian ya «líneas naranjas» que consideran que hace compatible su presencia en la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE). Aún queda camino por recorrer, pero de momento ven un paso importante en la buena dirección.
Fuentes de la dirección del partido, que habían guardado cautela respecto a las conversaciones con el Gobierno hasta ahora, celebran que en el documento de ayer desaparecen prácticamente todas las cuestiones con las que Cs «no podía estar» en la negociación. En concreto: se suprime la subida del quince por ciento del Impuesto de Sociedades pactada en 2019 por PSOE y Podemos ; no se sube el IVA a la educación concertada ; tampoco se incrementa este impuesto a la sanidad privada ; se limita la subida del IRPF a rentas entre los 200.000 y los 300.000 euros, en vez de los contemplados 130.000; y se implementa un plan de lucha contra el fraude como el que pedía Cs.
Sí aparece en el borrador, sin embargo, el impuesto al diésel . Una medida criticada por los liberales porque acaba perjudicando a los ciudadanos, aunque según fuentes del entorno de Arrimadas hay un acuerdo con el Gobierno para que después, vía enmienda, esta subida termine eliminándose.
«Hemos trabajado con discreción, calma y tranquilidad», subraya un dirigente del núcleo duro del partido, que matiza que no ha habido negociaciones formales con el Gobierno «todavía», pero que en conversaciones a distintos niveles les dejaron claro que esas cuestiones no podían incluirse en los Presupuestos del 2021. Incluido el compromiso de que el impuesto al diésel se eliminará a través de una enmienda cuando se discutan las cuentas en el Parlamento.
En la dirección admiten el desconcierto que sintieron ayer al comprobar cómo el impuesto al diésel sí se mantenía, porque entienden que en plena pandemia no es el momento de gravar más a los ciudadanos, ya que es una tasa cuyo coste asumirían ellos directamente. Pero, siempre según fuentes de este partido, el Gobierno les trasladó su visto bueno a eliminarlo posteriormente con la negociación de una enmienda.
Esta tarde sin embargo, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero , no se daba por enterada de ese supuesto acuerdo con Cs. «Yo, el Ministerio de Hacienda, el comité de negociación, no ha tenido ese contacto con Cs y por tanto estaremos encantados de poder hablar y sentarnos a negociar en el trámite de enmiendas», ha dicho en la presentación de Presupuestos en el Congreso, donde sí ha subrayado la importancia de entenderse con el PNV ; un partido que ayer ya había criticado con fiereza este gravamen.
Fuentes del partido consultadas por ABC tras las palabras de Montero transmiten su tranquilidad y aseguran que sus conversaciones han sido con Presidencia y Vicepresidencia, y no con el Ministerio de Hacienda. El compromiso para eliminar ese impuesto, insisten, es «firme».
Los Presupuestos iniciarán su tramitación
Cs descarta ya por completo presentar una enmienda a la totalidad, por lo que el Gobierno se asegura, con su apoyo y el de sus socios, que las cuentas no naufraguen a las primeras de cambio. El proyecto presupuestario, sostiene un miembro del Comité Permanente, permite a Cs «sentarse a negociar».
La lectura que hacen hoy en la ejecutiva de Cs es que el Gobierno aún no ha elegido socios. Si lo hubiese hecho, y fuesen los de la investidura, creen que el Ejecutivo de coalición no habría tenido inconveniente en mantener su pretensión inicial: subida del quince por ciento al Impuesto de Sociedades y del IRPF a partir de los 130.000 euros de renta anual.
Aunque en el partido de Arrimadas dejan claro que no significa que vayan a votar «sí» a los Presupuestos, también entienden que el acuerdo anunciado ayer entre PSOE y Podemos «facilita» su presencia. Hay una diferencia respecto al último acuerdo de Cs para unos PGE, con el PP de Mariano Rajoy , y es que aquella vez sí participaron directamente en la redacción de las cuentas.
«Marca una diferencia» respecto a 2019
Pero el borrador, entienden los liberales, «marca una diferencia» respecto a los Presupuestos del 2019. Ahora, la intención de Cs es «influir más» en las cuentas públicas, apostar por un mayor gasto en sanidad y en educación, y evitar que se utilicen los Presupuestos como moneda de cambio para que haya más cesiones al separatismo .
En el partido siguen viendo «muy complicado» que la foto final reúna a ERC y a Cs, precisamente porque los republicanos buscan «mezclar» los Presupuestos con «otras cosas». La fe en que eso deje de ser así es inexistente, por lo que los liberales han insistido a lo largo de los últimos meses en que el Gobierno deberá decidir entre ellos o ERC y EH Bildu . «Vamos a ver lo que hace ahora ERC», apunta un dirigente de Cs, a tenor de que las medidas incluidas en el proyecto «no eran las que esperaba mucha gente de izquierdas».
La ley para limitar los alquileres , sin ir más lejos, también se debatirá de forma paralela a los Presupuestos. Cs lo achaca a que Iglesias no ha logrado introducirla en ellos, y se posiciona en contra de esta iniciativa suceda lo que suceda con las cuentas.
De momento, el Gobierno no se ha puesto en contacto para negociar con Cs desde la presentación del borrador de los Presupuestos, pero los de Arrimadas reiteran su predisposición a sentarse. Los liberales no ven con buenos ojos, eso sí, lo «apretado» del calendario de PGE, cuya tramitación será acelerada. Esta misma tarde el Gobierno ya ha presentado el proyecto en el Congreso.
