Cinco «embajadas» de la Generalitat que han vuelto a su actividad contra España

Quim Torra ha reabierto las delegaciones cerradas, pese a los recursos del ministro Borrell para impedirlo

Quim Torra EFE

ABC

Una de los efectos que tuvo la aplicación del artículo 155 fue el cierre de las delegaciones del gobierno de la Generalitat de Cataluña en el extranjero. El presidente Quim Torra continúa su desafío al Estado reabriendo «embajadas» que sirven para dar cobertura en el exterior del independentismo. Estas son algunas de las que han vuelto a su actividad pese a no contar con el preceptivo informe del Ministerio de Exteriores.

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Edificio de la «embajada» de la Generalitat en Washington ABC

Sueldos astronómicos y reuniones al margen de la ley en la delegación catalana en Estados Unidos

La delegación de la Generalitat en Norteamérica lleva trabajando desde noviembre de 2018 para «reiniciar la relaciones entre EE.UU. y Cataluña» , según figura en uno de los informes obligatorios que esta debe presentar cada seis meses al departamento de Justicia estadounidense. Los tres empleados de la ‹embajada› trabajaron sin el debido registro durante al menos tres meses, hasta que ABC reveló que operaban al margen de la ley y acabaron informando de sus actividades al gobierno «a posteriori». Para reabrir la «embajada», la Generalitat declaró un pago inicial único de 478.769 dólares (unos 420.000 euros). Aparte alquila oficinas en dos de las zonas más exclusivas y caras de Washington y Nueva York, por un importe que la Generalitat se niega a revelar. El Gobierno estimó en su momento que costaba un millón de euros por año.

La nueva delegada, Victòria Alsina, que se ha negado a responder a las preguntas de ABC, cobra 178.578 dólares al año, la coordinadora 144.642 dólares y el nuevo responsable de comunicación 63.384 dólares (56.000 euros). Según declaró Alsina en su último informe obligatorio al gobierno de EE.UU., desde que ocupó el cargo ha acompañado al presidente Quim Torra y al exconsejero Ernest Maragall , a reuniones con influyentes diputados demócratas y republicanos en el Capitolio durante los viajes de ambos a Washington. Estas reuniones se produjeron sin que Alsina estuviera registrada aunque por ley sólo los diplomáticos están exentos de hacerlo. Esta semana el defensor del pueblo catalán, Rafael Ribó, dio una conferencia en la sede de la delegación catalana en Washington en la que denunció la supuesta conculcación de los derechos humanos en Cataluña, a la que fueron invitados únicamente catalanes.

Informa David Alandete , corresponsal de ABC en Washington.

2

Antigua oficina de representación de Cataluña en Berlín EFE

Contacto con partidos radicales

Cataluña tiene representación en Berlín desde 2008, pero en estos once años no ha logrado su principal objetivo: que su responsable sea recibido por algún cargo del gobierno alemán. El portavoz de Merkel, Steffen Seibert , ha reconocido reiteradas peticiones que la canciller alemana «no ha tenido momento de atender».

La actual Oficina de Representación de Cataluña en Berlín está situada en la calle Friedrichstrasse , núcleo de la «milla de oro» de la capital alemana, y ocupa una superficie de 287 metros cuadrados. En 2011, esta oficina reconocía un coste anual de 59.339 euros al año, dato que no incluía el sueldo de su representante, que en 2013 ascendía ya a 80.000 euros al año.

Además de esta, Cataluña mantiene en Alemania las oficinas ACCIÓ Catalonia Trade&Investment en Berlín y Stuttgart, el Instituto Catalán de Empresas Culturales (ICEC) con sede en Berlín, el Instituto Ramon Llull con oficina en Berlín y una nutrida agenda de actividades culturales, y la Agencia Catalana de Turismo, con sede en Frankfurt.

Moción rechazada

La efectividad de la «Embajada» ha dependido a lo largo de estos años del presupuesto que maneja y de la calidad de sus directores. Si en un principio Josep Lluís Carod Rovira en tiempos del tripartito la empleó como colocación para compromisos como el periodista Martí Estruch y sufrió la irrelevancia de Mar Ortega, que ni siquiera hablaba alemán, desde 2016 es dirigida por la alemana Marie Kapretz, que por su propia trayectoria política ha enfocado la oficina a contactos con partidos radicales y minoritarios de izquierda, concretamente Die Linke, en el que ha repescado a varios veteranos a los que ha hecho agasajar en Cataluña y a través de los que intenta incluir el independentismo en la agenda del Bundestag alemán.

Esta misma semana, la Comisión de Exteriores del Parlamento alemán rechazó precisamente una moción de Die Linke en el que se cuestionaba el Estado de derecho en España y se calificaba de «juicio político» el proceso contra los líderes del 1-0 en el Supremo .

Informa Rosalía Sánchez , corresponsal de ABC en Berlín.

3

Entrada de la delegación catalana en Francia J. P. Q.

Modesta actividad cultural ante el ninguneo del Estado francés

En París, la «delegación del Gobierno de Cataluña en Francia» ocupa un palacete de 300 metros cuadrados en un barrio acomodado en el que trabajan una decena de personas, cuyo primer trabajo público es «promover actividades culturales» con un éxito muy modesto. Entre 2008 y 2017, sucesivos delegados intentaron sin ningún éxito «dialogar» con los más bajos niveles del Estado francés . Sucesivos gobiernos de izquierda y derecha han rechazado siempre las «intentonas» catalanas. Desde el invierno del 2017, la delegación catalana ha «replegado» sus actividades, limitándose a intentar «promover» las actividades programadas, entre Barcelona y París, por el Instituto Ramon Llull: presentación de libros, lectura de poemas, promoción de exposiciones artísticas. Actividades muy modestas que suelen pasar sin pena de gloria.

Para realizar tales actividades, el gobierno catalán alquila un palacete en la calle Saint-Ferdinand, en un barrio acomodado, en el distrito XVII. En la puerta del inmueble, la delegación catalana solo se anuncia con una placa, junto a una peluquería. En la entrada, con su escalinata, luce una bandera catalana, en solitario. Un palacete de esas características, en ese barrio, es una propiedad rara y muy cotizada, que no puede alquilarse por menos de 20.000 o 25.000 euros.

Tras las sucesivas intervenciones de Emmanuel Macron, defendiendo siempre al Estado español, el personal de la delegación catalana se guarda muy mucho de realizar «actividades» que pudieran ser «conflictivas» , sin renunciar a unas tareas de «promoción cultural» que suelen tener un eco sencillamente nulo en la prensa parisina, pero son muy «jaleadas» en Barcelona.

Informa Juan Pedro Quiñonero , corresponsal de ABC en París.

4

Interior de la delegación catalana en Roma ABC

«Mini embajada» en una zona privilegiada

En Roma, la «Delegación del Gobierno de la Generalitat en Italia» ocupa un piso con escasamente 100 metros cuadrados, ubicado en un lugar privilegiado, a dos pasos de la Plaza Venecia : Via Quatro Novembre, calle en la que también tiene sus locales la oficina de Parlamento Europeo en Roma y la representación de la Comisión Europea. A pocos metros se encuentra también el edificio que ocupa la Escuela Española de Historia y Arqueología. Los medios con que cuenta son reducidos, tanto en personal como en presupuesto: El delegado de la Generalitat, Luca Bellizzi; un encargado de la gestión de la delegación, Narcís Pallarés, y dos administrativas. Su función se orienta sobre todo a promover alguna que otra actividad cultural, como la celebración en abril del primer Festival de la cultura catalana en Roma. Para algunas actividades comerciales se coordinan con la oficina que la Generalitat tiene abierta en Milán.

La delegación de Roma realiza también una función logística para apoyar las visitas a Italia de los consejeros y otros cargos de la Generalitat . Cabe destacar que los contactos de los altos cargos de la Generalitat con la Administración italiana son a muy bajo nivel. El anterior gobierno de Paolo Gentiloni tenía reticencias y evitaba esos contactos. Algunos pensaron que con el vicepresidente y líder de la Liga, Matteo Salvini, defensor de la autonomía catalana, podrían establecerse contactos especiales, pero la realidad es muy distinta: Hoy Salvini ha hecho de la Liga un partido nacional, abandonó el sueño de una región padana independiente y en la Generalitat se le ve como un ultraderechista, por lo que no se mantienen contactos. En definitiva, hablar de «embajada» de la Generalitat en Roma es más un sueño de los independentistas que una realidad diplomática. Sus actividades en la capital italiana cabría calificarlas sobre todo de folclóricas.

Informa Ángel Gómez Fuentes , corresponsal de ABC en Roma.

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Puigdemont, en Ginebra EFE

Paradiplomacia al servicio de la propaganda

La delegación del Gobierno de la Generalidad de Cataluña en Ginebra fue creada mediante decreto en septiembre de 2016 . Desde entonces ha estado abierta con una interrupción, tras la entrada en vigor del 155, reabriéndose en junio de 2018. En ambas etapas su titular ha sido Manuel Manonelles, que continúa en el cargo. Su existencia es totalmente legal ya que la Generalidad puede establecer oficinas en el exterior para la promoción de los intereses de esta región, lo que ocurre es que ha utlizado estas delegaciones legales para fines que no están dentro del marco competencial de la Comunidad Autónoma.

Esta «embajada» catalana no aparece en la lista de representaciones extranjeras del Departamento Federal Suizo de Asuntos Exteriores (DFAE) y está considerada como entidad de derecho privado, el que regula las relaciones jurídicas entre particulares, y no de derecho público, que regula las relaciones entre Estados.

Sin embargo, las actividades de este órgano han sido tergiversadas y utilizadas para promocionar los intereses políticos independentistas, en lugar de los catalanes, los cuales han sido metódicamente difundidos a través de esta delegación sin coordinación alguna con la representación de España en Suiza.

Salón del Libro

Con un sólido curriculum dentro del ámbito internacional, Manonelles ha sobrepasado el ámbito de competencias de la delegación sin ninguna timidez para convertirla en un órgano de propaganda organizado para generar un estado de simpatía respecto al independentismo de Cataluña en la clase política suiza y los diferentes organismos internacionales con sede en este país.

En Ginebra, la representación está ubicada en un céntrico edificio de oficinas, donde tienen alquilados provisionalmente unos locales . Desde allí la «diplomacia catalana» ha desplegado múltiples iniciativas para promover el independentismo tal y como ocurrió este año cuando intentaron instrumentalizar el stand de Barcelona en el salón del Libro de Ginebra.

Informa M. T. Benítez de Lugo , corresponsal de ABC en Ginebra.

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