El choque entre Miquel Iceta y Susana Díaz tensiona el PSOE a una semana del 26-J
«¡Ay de aquel que se ve obligado a enfrentar pueblos!», responde el líder del PSC a la andaluza

El papel subsidiario al que se está viendo abocado el PSOE por la estrategia de polarización del PP y Podemos causa ya fuertes tensiones entre los barones en función del interés de pacto de cada cual en la que intuyen puede ser una etapa post Pedro Sánchez : gobernar con Podemos o abstenerse en la investidura de un candidato del PP.
Para desesperación del líder, que no quiere oír hablar de acuerdos porque sale tercero en los sondeos y eso solo conduce a afianzar su papel de «árbitro», ayer la principal federación, Andalucía, y el PSC, segunda fuerza en número de militantes y delegados en los congresos, volvieron a enzarzarse.
Fue por el comentario de Susana Díaz , hace una semana, de que «los votos de los andaluces no van a pagar los privilegios de Ada Colau» . Todo un aviso a navegantes para señalar que no apoyará a cualquier precio que Sánchez llegue a La Moncloa con el apoyo de la formación morada si logra contra pronóstico quedar segundo.
Hace un par de días, la número uno al Congreso por Barcelona, Meritxell Batet , ya la respondió, pero ayer a mediodía, aprovechando la presencia de Sánchez en un mitin en Hospitalet (Barcelona), el primer secretario del PSC, Miquel Iceta , cargó duramente contra la mandataria andaluza.
Dice Iceta que «la barca, el timón, el rumbo y la carta de navegación las va a poner Sánchez» tras el 26-J y añadió: «No queremos privilegios, queremos justicia para este pueblo y todos los pueblos de España» .
«¡Ay de aquel que se vea obligado a enfrentar pueblos para hacer valer sus ideas. Pobres ideas, pobre liderazgo!», remachó. Pero el asunto no quedó ahi porque el PSOE andaluz inmediatamente replicó en un tuit: «como dice el compañero Iceta, los socialistas no queremos privilegios sino igualdad para los pueblos de España».
Y Susana Díaz, sin citarle, aprovechó un mitin en Torremolinos para reafirmarse: «No estoy dispuesta a que se usen los votos andaluces para que haya una España de primera y otra de segunda» .
Sánchez guarda silencio
En medio de la trifulca, Sánchez, que no entra al trapo de la presidenta andaluza pero va dejando mensajes de acercamiento a Podemos más que al PP, del que no quiere saber nada. Una actitud que alarma no solo a Díaz sino a los presidentes de Asturias, Javier Fernández ; Aragón, Javier Lambán ; Extremadura, Guillermo Fernández Vara ; o Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page (espera que Sánchez «no se pase por el arco de triunfo la Declaración de Granada»).
El líder socialista les ignora y ayer comentó que si gobierna sacará adelante un «pacto político» con Cataluña. Nunca va a aceptar la consulta que defiende Podemos, porque es «problema, no solución» , pero como «España no se puede gobernar si no se estima a Cataluña», desarrollará en la reforma constitucional «las singularidades y sus derechos históricos y la la lengua catalana». Anoche, en Valencia, su presidente, Ximo Puig , tradicional aliado de Díaz, se convirtió en apoyo coyuntural suyo porque su pacto con Compromis le impide apoyar una abstención con el PP.