«Ceuta está desbordada, no puede haber miles de personas deambulando por la ciudad»
Ángel Delgado, vecino de la frontera de Benzú dice que la situación puede acabar en un polvorín. Ya se han detectado 170 positivos de Covid
Qué es una devolución en caliente

« Esto es inasumbile . Un caos. Ceuta está desbordada. Han entrado miles y miles de personas. Una auténtica marabunta . Salí ayer tarde a comprar y veía por la calle caminar a una cantidad de gente impresionante». Así explica Ángel Delgado, de 53 ... años, vecino de Benzú, ciudad fronteriza con Marruecos, la avalancha de personas que entraron en la ciudad este lunes procedentes del reino alauita sin salir aún de su asombro.
«Entraron a mansalva, tanto por el espigón de Benzú como por El Tarajal, nadando, en pequeñas balsas o a pie. Era un riada humana imparable, imposible de frenar por parte de los guardias civiles que custodiaban la frontera frente a la pasividad de las autoridades marroquíes», prosigue su relato Delgado.
« Jamás había visto nada parecido . Hay quien lo tacha de invasión. Es imposible de describir. Era una avalancha de gente que no cesaba. Otras veces entraban cien o doscientas personas y me enteraba por amigos o por los medios de comunicación, pero lo de este lunes lo he visto con mis propios ojos y ha superado todo lo superable», narra este vecino de Benzú.
«Es insostenible, inasumible e imposible -le faltan los adjetivos- que en una ciudad pequeña como Ceuta, de 80.000 habitantes, entren de golpe más de 5.000 personas. No hay donde albergarles, no hay ningún recurso. Nada. Cero . El CETI y en el polideportivo que adecuaron para inmigrantes subsaharianos están para flujos menores», asevera Delgado.
«Mancha de aceite»
«Esto es una mancha de aceite. Ceuta está desbordada por completo. No puede haber millares de personas deambulando y vagando por la ciudad y durmiendo al raso. La mayoría de los que han entrado son chicos jóvenes y las familias enteras que han venido, una minoría, se han ido con los parientes que tienen aquí, ya que la mitad de la población ceutí es musulmana», precisa este vecino. «El resto de los jóvenes están en la calle. Se ve a la legua que son marroquíes. Son fáciles de identificar. De momento no han dado problemas, ya que no quieren ser devueltos a su país. Yo me pregunto qué pasará cuando se les acabe el poco dinero que han traído y la situación no se haya resuelto . ¿Robarán para comer, habrá altercados?. Todo esto puede acabar en un polvorín».
«Son miles de inmigrantes ilegales en una ciudad pequeña, ninguno lleva mascarillas menos aún realizan el protocolo Covid. Al parecer, Cruz Roja ya ha detectado a 170 infectados. ¿Cómo va a acabar esto?», se pregunta. Por eso, Delgado exige, como otros muchos ciudadanos, que el Gobierno central dé una solución inmediata al problema y actúe. «Las fronteras hay que respetarlas», subraya. Explica que se ha reforzado el refuerzo de la vigilancia con la llegada del Ejército y la Legión. « Hoy el problema está en El Tarajal donde hay gente intentando cruzar la frontera ; están lanzado piedras a la Guardia Civil. La situación no es como la de ayer, de momento», afirma.
«El Gobierno debe actuar ya. Las fronteras tienen que respetarse y tiene que devolver a Marruecos a los que han entrado»
« El Ejército frenará las entradas, estoy seguro . Lo que temo yo, y el reso de la población, es qué pasará con los que están ya dentro. Ninguno se quiere quedar aquí. Su objetivo es llegar la península. Los musulmanes que viven en Ceuta dicen que los van a repatriar. Yo exijo su deportación inmediata».
A su juicio, lo ocurrido es una venganza de Marruecos por estar atendiendo en un hospital de La Rioja al líder del Frente Polisario. «El país alauita ya tenía la frontera con España cerrada. Los marroquíes que vivían del turismo, de comprar y vender objetos en suelo español y de las divisas de los emigrantes que volvían en verano al no poder hace nada se mueren de hambre . Por eso han venido. Desesperados».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete