El centro de la península comienza a recuperarse de los destrozos provocados por las tormentas

Sin tiempo que perder los vecinos se echaban a la calle, había mucho que limpia, en la oficina de Antonio el granizo alcanzó 20 centímetros de altura, que junto a las lluvias colapsaron este municipio madrileño. Las calles de Arganda del Rey son el reflejo del caos que se originó en cuestión de minutos. La fuerza del agua arrasó varios comercios y los dejó así (llenos de lodo). Un mercado que nada tiene que ver con este en Borox tardarán en olvidar. La gota fría que además les pilló en plenas fiestas. Las atracciones recogidas, llenas de lodo y matojos de lo que arrastraba la corriente. Algunas ni siquiera se han podido salvar, pero la solidaridad entre los vecinos. Podía más que la impotencia de ver las casas y bajos anegados. Necesitarán hasta cinco días para volver a la normalidad en Navas del Marqués. Un arroyo desbordado campó a sus anchas por todos los rincones. Cuesta no emocionarse ante dantesco panorama. Afortunados, a pesar de todo, porque no habido que lamentar daños personales.