La reforma de la ley de Seguridad Ciudadana une de nuevo a PP, Vox y Cs

Casado y Abascal salen a la calle con las Fuerzas de Seguridad y dejan al PSOE solo con sus socios radicales

Las críticas de Díaz a la actuación policial en Cádiz y el silencio de Marlaska indignan a los agentes

Jaime García / Vídeo: Policías y guardias civiles protestan en toda España contra la reforma de la Ley de Seguridad Ciudadana - ATLAS

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Definitivamente, la polémica por la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana ha traspasado los límites de las Fuerzas de Seguridad para convertirse en un elemento central del debate político. La oposición sabe que la imagen de miles de policías y guardas civiles protestando contra el Gobierno de Pedro Sánchez en las calles es muy potente y ha decidido posicionarse a su lado . En Interior hay poco entusiasmo con ese cambio legislativo; también con las últimas críticas de Yolanda Díaz a la actuación policial en Cádiz, pero ni cuestiona en público el primero ni sale en defensa de los policías y guardias civiles por las segundas. No, al menos, de una forma clara y decidida, como esperan los agentes que intentan mantener el orden sin menoscabar el derecho a la huelga de los trabajadores.

El presidente del Partido Popular, Pablo Casado , el de Vox, Santiago Abascal , y el portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal , juntos a otros líderes de estos partidos, acompañaron este miércoles al mediodía a las Fuerzas de Seguridad en la primera de sus movilizaciones de esta semana contra la reforma de la ley de Seguridad Ciudadana, en lo que algún asistente, con ironía, calificaba de «reedición de la foto de Colón». Ellos asistieron a la de Madrid, pero hubo actos similares en todas las delegaciones y subdelegaciones del Gobierno en toda España.

El acto reunió a poco más de cien agentes ante el número 25 de la calle Miguel Ángel . Una convocatoria en apariencia menor, pero de una enorme fuerza simbólica porque demostraba, por una parte, la unión de todos los sindicatos y asociaciones de la Policía y la Guardia Civil, y por otra parte su sintonía con la oposición en una materia tan sensible como la seguridad ciudadana.

Casado aseguró que presentarán un recurso ante el Tribunal Constitucional en cuanto se apruebe la reforma y que si no hay resolución antes de las elecciones, la derogarán nada más llegar al Gobierno. «Solo beneficia a los socios radicales de Sánchez», dijo; . Abascal anunció igualmente recurso ante el TC, pero fue más co «parece que se están preparando para cuando estén en la oposición» ntundente al afirmó que «con la reforma el Gobierno y sus socios radicales se preparan para tomar las calles cuando dejen el poder». Ambos coincidieron además en que la reforma debilita a las Fuerzas de Seguridad, a las que mostraron todo su apoyo. Ciudadanos, con formas más suaves, se sumó a las críticas.

Por su parte, los representantes de las Fuerzas de Seguridad aseguraron que la reforma planteada solo beneficia a los delincuentes «y perjudica a los ciudadanos» , porque va a aumentar la inseguridad en las calles. Criticaron, además, que se haya hecho «sin contar con la opinión de los expertos de las Fuerzas de Seguridad, entre cuatro amigos, como si fuera una partida de mus», en palabras del presidente del SPP, Adolfo Medina.

En el manifiesto leído en las concentraciones, los sindicatos y asociaciones convocantes insistían en esta idea: « No creemos en una ley pactada en los despachos y que parece obedecer a los intereses de quienes quieren desproteger a quienes han de defender a los ciudadanos de España a cambio de intereses partidistas»; un mensaje directo al PSOE, sin cuya colaboración la reforma no saldría adelante.

Asimismo, la plataforma ‘No a la España insegura’ , bajo la que se agrupan todos los grupos que están detrás de la protesta, alerta de que esta reforma se produce cuando «las agresiones a policías se están disparando» y sus actuaciones «se están viendo comprometidas por la pérdida del principio de autoridad: un principio fundamental en la protección del orden constitucional y de la paz social, donde estas agresiones se verán más agravadas con la aprobación de esta ley».

Aunque los portavoces de los convocantes no quisieron mezclar en público la reivindicación de ayer con los sucesos de Cádiz, es obvio que en el ambiente flotaban las críticas de una parte del Gobierno contra la actuación de la Policía en esa ciudad. Fuentes del SUP, uno de los principales convocantes del acto, mostraron a ABC su indignación. «Esto no hace más que aumentar la tensión», insistieron.

De hecho, hay un fuerte malestar en la Policía con el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por no haber salido en defensa de la actuación de los agentes de las unidades de Intervención Policial (UIP) durante la huelga del metal en Cádiz, que ha sido fuertemente criticada por la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, entre otros cargos de Unidas Podemos. Máxime cuando en esos enfrentamientos, provocados por elementos radicales de los trabajadores –se sospecha que también hay antisistema infiltrados llegados desde otros puntos–, no ha habido hasta ahora ni un solo huelguista herido y sí, en cambio, una decena de antidisturbios con lesiones de distinta consideración. «¿Quién actúa con violencia entonces?», se preguntan las fuentes policiales consultadas por ABC.

Casado no dejó pasar la ocasión para criticar al Gobierno por este asunto: «No se puede meter (el Ejecutivo) con los que protegen las libertades». Abascal sorprendió: «Es muy significativo que el Gobierno utilice medidas más contundentes contra trabajadores desesperados que contra quienes asaltan nuestras fronteras o han dado un golpe separatista en Cataluña»...

Para evitar mayores problemas, y por iniciativa del SUP, la concentración en Cádiz se trasladó a Sevilla. Fuentes de este sindicato aseguraron que lo decidieron así «por responsabilidad, para evitar que se puedan producir situaciones de tensión en un contexto como el actual». «Sería provocar un problema más a los compañeros».

Las Fuerzas de Seguridad no se van a detener con las concentraciones de este miércoles ni con la manifestación, que se prevé masiva, del sábado en Madrid. Ya se planea otra gran movilización para mediados de diciembre convocada por todos los sindicatos y asociaciones de forma conjunta. En las de esta semana, lo hacen grupos distintos aunque todos los demás se suman a ellas, en una unidad de acción con pocos precedentes. En Interior, mientras, ven con mucha preocupación las movilizaciones y lamentan una supuesta instrumentalización política de la Policía y la Guardia Civil por parte del PP y Vox.

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