Casado tiende la mano al Gobierno con cuatro acuerdos y Sánchez se burla de su «moderación»
El PP conoció el decreto-ley de la «nueva normalidad» por el BOE
Cuca Gamarra sustituye a Cayetana Álvarez de Toledo como portavoz del PP en el Congreso
![Pablo Casado, junto a Cayetana Álvarez de Toledo, en el Pleno del Congreso](https://s1.abcstatics.com/media/espana/2020/06/10/casado-cayetana-U47061617003Aac-1248x698@abc.jpg)
El Gobierno y la oposición bajaron ayer al menos un par de grados el ambiente político en el Congreso de los Diputados , después de semanas de alta tensión. Lo que sigue sin cambiar es el ninguneo constante de Pedro Sánchez al Partido Popular y a su líder. Pablo Casado aprovechó la sesión de control para plantear cuatro acuerdos al Ejecutivo , con los que afrontar la salida del estado de alarma y la crisis económica y social que ya está encima, y la única respuesta que obtuvo del presidente del Gobierno fue el desprecio a su mano tendida. En el debate no faltó el cruce de reproches por la «crispación» actual.
La relación política entre Sánchez y Casado ya era mala antes de la pandemia, pero en el estado de alarma se han sobrepasado todos los límites, incluso los de la cortesía. El jefe de la oposición se enteró siempre de los planes del Gobierno en los últimos meses por los medios de comunicación. Incluso fue la prensa la que le informó en su día de que Sánchez había anunciado una reunión con él. Ayer, se debatió y se votó el decreto del Ingreso mínimo vital , y el Grupo Popular votó finalmente a favor, pero sin una negociación o un pacto previo. El «sí» del PP no frenó en absoluto las críticas de los socialistas a la oposición, hasta el punto de que la portavoz, Cayetana Álvarez de Toledo, tuvo que pedir la palabra para recordar a la bancada del PSOE que iban a votar a favor.
Además, el PP conoció el último decreto-ley salido de La Moncloa , el de la «nueva normalidad», cuando ya estaba publicado en el BOE, algo que ha vuelto a molestar en Génova por el desprecio que supone. El ministro Salvador Illa había hablado antes con Ana Pastor , pero no le entregó ningún documento, ni siquiera un borrador. El PP lamenta que no se haya buscado ningún tipo de acuerdo sobre un decreto que luego tendrá que aplicar en las comunidades donde gobierna.
La «moderación» del PP
Casado llegó ayer a la Carrera de San Jerónimo con el ánimo de poner en práctica la «moderación» que había defendido en la Junta Directiva Nacional del PP , el día anterior. Quería tender la mano para que todo el mundo viera que está dispuesto a hablar y a buscar acuerdos con el Gobierno de Sánchez, y desmontar así la idea promovida desde La Moncloa sobre la «derecha crispada». Una oferta que combinó con una crítica contundente a la gestión en la crisis del coronavirus , en la línea de su mensaje interno: «Centralidad, unir y no separar a la sociedad, pero sin caer en la ingenuidad»
En un hemiciclo más concurrido que en las semanas anteriores, alrededor de un centenar de señorías en sus escaños ya en esta fase de la desescalada y periodistas en la tribuna de prensa, el jefe de la oposición lamentó que el presidente del Gobierno no haya contestado a los 12 pactos de Estado sobre distintas materias que le ha ofrecido desde el inicio de legislatura, y también que ni siquiera haya entrado a valorar cuatro acuerdos que ha puesto sobre la mesa en el estado de alarma.
El primer acuerdo que propone el PP es el «Pacto Cajal» por la Sanidad, el cuidado de los mayores, y la investigación y la industria sanitaria nacional. Los populares pretenden que se avance en esa línea en la Comisión de Reconstrucción del Congreso, pero el ánimo de los socialistas y sus aliados parece ir, de momento, por otro camino diferente. Casado también volvió a ofrecer a Sánchez un «Plan para activar España», con medidas de choque económicas y sociales que hagan frente a la crisis y una bajada de impuestos. El presidente del PP aconsejó a la izquierda que vean lo que ha anunciado Merkel en Alemania: «La diferencia es que Alemania hizo los deberes estos años ahorrando, y Sánchez despilfarró todos los ingresos de nuestras reformas estructurales en decretos electoralistas», había señalado ante los suyos.
El tercer acuerdo que planteó Casado para este momento, cuando España está a punto de salir del estado de alarma, es la creación de una Comisión en el Senado para coordinar políticas sociales y ayudas europeas. Por último, el líder del PP propuso una Oficina de atención a las víctimas y los familiares del Covid-19.
Casado advirtió a Sánchez de que estará esparciendo la confrontación si rechaza el «antídoto» de los pactos del PP: «La pelota está en su tejado».
«Derrocar al Gobierno»
En su respuesta, Sánchez no hizo mención a uno solo de estos acuerdos. Optó por el silencio como forma de desprecio, por otra parte como ha hecho a lo largo del estado de alarma cuando el PP le ha ofrecido algún tipo de consenso. Se dedicó a lanzar auto elogios sobre su gestión en la crisis del coronavirus , e incluso presumió de que gracias al confinamiento decretado con el estado de alarma, se han salvado «450.000 vidas».
Según Sánchez, mientras su Consejo de Ministros se dedicaba a luchar contra la pandemia, el PP se preocupaba de «utilizar el virus precisamente para derrocar al Gobierno de España». El jefe del Ejecutivo advirtió a Casado de su «gran fracaso», porque el Gobierno va «bien», y se dedica a «gobernar y a legislar».
Todo el mundo pudo comprobar que el entendimiento así es imposible. Además de ofrecer acuerdos, Casado recordó a Sánchez algunos de los puntos débiles de su gestión en la crisis . En primer lugar se refirió a «la ocultación de las alertas cuando la hecatombe se venía venir», pero también denunció la «incompetencia con las mascarillas y los test falsos» y el «caótico mando único que tendrá que rendir cuentas en una comisión de investigación». Todo ello, dijo, en medio del «abuso» de poder cometido durante el estado de alarma. Casado cree que Sánchez se ha instalado en su «vieja normalidad», que no es otra que hacer oposición a la oposición. «Aquí, quien no alaba a Sánchez crispa», lamentó.
Metido de lleno ya en la crítica al Gobierno, el líder del PP preguntó directamente a Sánchez por qué no reconoce de una vez que hay 16.000 fallecidos más , según el Instituto Carlos III y el INE, y alertó sobre todo de la crisis económica que se viene encima. «¿Cree que así salimos más fuertes?», inquirió al presidente del Gobierno.
Unidad o bronca
Después de escuchar a Casado, Sánchez ironizó sobre la «moderación» del presidente del Partido Popular . El jefe del Ejecutivo acusó a Casado de preferir unirse «a la ultraderecha» y crear así un «frente del no, oponiéndose a cualquier consideración». Sánchez avisó a su adversario de que debe aclarar si «va a perseverar en la provocación y en la bronca» o «va a retomar el camino de la unidad, que es precisamente lo que piden los ciudadanos a los políticos aquí presentes». Si opta por la bronca, señaló, estará más cerca de la ultraderecha, pero si se decide por la «unidad», tendrá ahí la posibilidad de llegar a acuerdos con el Gobierno.
Noticias relacionadas