Muere Carme Chacón
Carme Chacón, aspirante a todo en el PSOE
Fue la primera mujer ministra de Defensa con Zapatero
A Carme Chacón (Esplugues de Llobregat, 1971) siempre se la recordará por aquella instantánea en la que, embarazada de siete meses, pasó revista a una compañía mixta de las FF.AA en su estreno como ministra de Defensa (2008-2011). Fue el regalo que le hizo su gran mentor político, José Luis Rodríguez Zapatero, que antes ya la había aupado al ministerio de Vivienda (2007-2008), siempre a su lado desde que la exministra le apoyase en el sorpresivo asalto del leonés a la secretaria general del PSOE.
Sus dos periodos como ministra fueron paradójicamente los momentos culminantes de una Chacón que en el PSOE fue aspirante a todo. Sus críticos le reprochaban su exceso de ambición, alimentada aseguran por quien fue su marido, Miguel Barroso , exsecretario de Estado de Comunicación con Zapatero . Sus fieles, por contra, siempre lamentaron la mala fortuna de una dirigente que llegó a tocar con la punta de los dedos el liderazgo del PSOE.
Hija de inmigrante andaluz casado con una catalana, Chacón respiró política desde la infancia, y a los 16 años se afiliaba a las Juventudes Socialistas. Comenzó como concejal en Esplugues y fue elegida por primera vez diputada en el Congreso cuando aún no había cumplido la treintena, en 2000. Repitiría en las cuatro legislaturas siguientes, siempre por Barcelona, consiguiendo los mejores resultados del partido en 2008 ( 25 diputados ), pero también los peores, ocho actas en 2016, reflejo de la devastación que el proceso soberanista produjo en su partido.
Antes que eso, Chacón picó mucho más alto. Tras ocupar entre 2004 y 2007 una de las vicepresidencias del Congreso , y sus dos etapas como ministra, su momento pareció llegar precisamente en la agonía del segundo gobierno de Zapatero, cuando públicamente se postuló como candidata, convencida de que llegaba el momento para alguien de su perfil: mujer, catalana, socialista. La renuncia de Zapatero abrió unas proceso de primarias en el que competía con Pérez Rubalcaba. En medio de gran tensión, y apelando a la unidad de los socialistas, Chacón acabaría por renunciar cuando apenas faltaban dos días para la votación. Luego, también ante Rubalcaba, perdería en su pugna por la secretaría general del PSOE en el congreso del partido de 2012. Perdió su tren.
Ese trance acabaría precipitando su «exilio» en Miami como profesora, un paso atrás que no implicaba renuncia a participar en cualquier intriga en un PSOE convulso desde entonces. De manera reciente se la señaló como fiel «susanista», y de hecho fue una de los 17 miembros de la Ejecutiva Federal que dimitió para provocar la salida de Sánchez.
Punto y aparte fue su relación con el PSC , con un último encontronazo al renunciar a la candidatura por Barcelona en las pasadas generales al sentirse cuestionada por la militancia. Instalada en Madrid, entre los socialistas catalanes se la veía como un verso suelto, más PSOE que PSC, más aún cuando el coqueteo de este partido con el soberanismo la alejó de sus compañeros. La sanción que le impuso la ejecutiva de Pere Navarro cuando Chacón se negó a votar junto al resto de diputados del PSC a favor de una consulta abriría un abismo que solo se acortó cuando Miquel Iceta enderezó de nuevo el partido en la senda constitucionalista.
Su renuncia a presentarse a las generales precipitó su regreso a la vida civil, y de manera reciente se había incorporado a un despacho de abogados de Madrid . La dolencia cardíaca que sufría se ha llevado por delante a quien puso firmes a una compañía estando embarazada.
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