Los candidatos pactados por PSOE y PP para el TC pasan el examen de idoneidad pese a las críticas de la oposición
Ciudadanos y Vox protestan por el reparto partidista plantando las comparecencias de los juristas; ERC y PNV directamente no van
El socialista Odón Elorza se ensaña con el candidato del PP Enrique Arnaldo pese a que su partido consensuó los cuatro nombres con Génova
Los grupos parlamentarios Ciudadanos y Vox se han levantado este martes de su asiento en la Comisión de Nombramientos para protestar por la forma en la que PSOE y PP han cerrado el acuerdo para renovar los órganos constitucionales pendientes de renovación, un pacto que ambos dieron a conocer el pasado octubre. Los candidatos propuestos por ambos partidos para el Tribunal Constitucional (Enrique Arnaldo, Concepción Espejel, Inmaculada Montalbán y Ramón Sáez) han desfilado desde primera hora de la mañana por el Congreso para pasar el examen de idoneidad y se han encontrado con una oposición combativa con la forma en la que se ha llevado a cabo lo que se ha calificado como un reparto de sillones . Los cuatro han pasado el examen de la comisión, a la directamente ni asistieron ERC y PNV.
Los portavoces de Cs y Vox, Edmundo Bal e Iván Espinosa de los Monteros, respectivamente, han explicado públicamente las razones por las que se levantaban de la mesa. Y lo han hecho en su turno de intervención con el primero de los comparecientes, Enrique Arnaldo, que se ha llevado la peor parte al haber sido objeto de cuestionamiento por la izquierda a raíz de informaciones que especialmente durante este fin de semana le han relacionado con los expresidentes de Baleares y de la Comunidad de Madrid Jaume Matas e Ignacio González. Al margen de una causa penal por la que declaró en instrucción y que se archivó hace diez años, Arnaldo no tiene ningún procedimiento abierto.
En su primero y único turno de intervención, Bal ha asegurado que desconfía de los cuatro candidatos propuestos porque ninguno de ellos le parece imparcial. «Asistimos al viejo reparto del bipartidismo. Yo nombro a los míos y tú a los tuyos, y ponemos amigos en las más altas instituciones del Estado. Lo importante para este puesto no es solo su currículo, sino resultar imparcial (...). Mi grupo parlamentario no va a participar en este teatrillo de idoneidad porque este teatrillo no sirve para nada«.
«¿Qué van a hacer con la siguiente llamada?»
De la misma forma, Espinosa de los Monteros ha justificado que se ausentaba (una vez que Arnaldo terminara su intervención) en que la forma en la que este acuerdo se ha gestado supone una «falta de respeto a las instituciones», que nunca ha sido tan «urgente» blindar como ahora. «Ustedes no están aquí por sus méritos, sino por una llamada de Ferraz o de Génova. ¿Qué van a hacer con la siguiente llamada?», se ha preguntado el diputado, que ha vinculado la repentina renovación después de años de bloqueo con la necesidad de frenar, ha dicho, los veinte recursos pendientes de Vox.
Sin menospreciar el currículo de los candidatos propuestos, el portavoz de Junts Josep Pagès y Massó ha criticado también este reparto partidista. «No nos interesa tanto el títere como los hilos, quién los mueve (...) Aceptar que los magistrados del TC son propiedad de un partido son propiedad de un partido es destrozar e prestigio del TC«, ha dicho. No obstante, su trato hacia los cuatro candidatos no ha sido el mismo. El diputado independentista se ha mostrado especialmente beligerante con Arnaldo y Espejel (a la que ha reprochado su voto particular contra la absolución del mayor Trapero por el 1-O) y muy condescendiente con Montalbán y Sáez , al que ha alabado por apoyar precisamente esa absolución (Espejel y Sáez formaban parte de ese tribunal que juzgó al jefe de los Mossos por sedición).
De compareciente a acusado
Especialmente duro se ha mostrado con Enrique Arnaldo el diputado socialista Odon Elorza, pese a que su grupo consensuó el nombre de los cuatro candidatos con el Grupo Popular . «Su candidatura genera desconfianza», ha dicho al catedrático sobre sus charlas en FAES o la compatibilidad de su trabajo como letrado de las Cortes con su despacho profesional, una compatibilidad que le fui otorgada por las propias Cortes. « Para los socialistas no se trata de vetar a nadie que tenga ideología o pensamiento concreto. No cuestionamos que cumpla requisitos por su méritos pero lo que hoy esta en juego es la recuperación de la confianza en la instituciones y usted siembra dudas aparentes«, le ha espetado.
En su turno de intervención, Arnaldo ha señalado que no cree que su independencia se vea afectada por hacer dado conferencias y ha hecho un llamamiento a la presunción de inocencia respecto a una relación con el PP que le llevó a declarar ante un juzgado de instrucción. «La presunción de inocencia es algo más que un enunciado formal, es un derecho constitucional. Yo fui exonerado y me gustaría ser tratado como tal. Cuando alguien acude a un juzgado no puede convertirse en un permanente sospechoso«, pues eso es algo propio de »épocas ya superadas«. »Soy un profesional honrado y lo seré toda la vida«, ha dicho, negando que tenga vinculación alguna con el PP que le condicione para aterrizar en el tribunal de garantías.
La dureza de los socios de Sánchez con los comparecientes ha ido disminuyendo a medida que avanzaban las comparecencias. La segunda ha sido la otra candidata del PP, Concepción Espejel, que tampoco ha salido muy bien parada. Tras su intervención inicial exponiendo su currículo, el diputado independentista Pagès y Massó ha preguntado a Espejel si considera que su voto particular contra la absolución de Trapero y su recusación para formar parte del tribunal de Gürtel la invalidan como magistrada del TC. Pese al interés de la izquierda por intentar deslegitimarla por su supuesta relación con María Dolores de Cospedal, Espejel ha recordado que en ningún momento fue apartada de esa sala por esa supuesta amistad que ella ha negado, sino por una cuestión de proximidad cronológica que podía mermar la apariencia de imparcialidad, porque pasó directamente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), donde, al igual que el resto de candidatos fue vocal, a la Sala Penal de la Audiencia Nacional.
"Campaña de desprestigio"
Ha señalado, además, que su relación con Cospedal se enmarca en las normales relaciones que mantiene la presidenta de una audiencia provincial (Espejel lo era de la de Guadalajara) con la entonces presidenta de Castilla-La Mancha. "Es muy fácil montar una campaña de desprestigio desde un sector", ha dicho Espejel, quien ha recordado además que el hoy ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska formuló uno de los votos particulares contra su abstención cuando él era presidente de la Sala Penal de la Audiencia Nacional.
A juzgar por el tiempo que tardaron los otros dos candidatos (los dos propuestos por el PSOE) en resolver sus comparecencias (el último, hasta media hora menos que Arnaldo) se diría que la especialidad e violencia de género e igualdad de una y la reinvindicación de la "reparación a las víctimas" del otro fueron méritos más que suficientes para que el socialista Elorza cambiara radicalmente el tono de la intervención que tuvo hacia Arnaldo y destacara la igualdad que había defendido Montalbán como uno de los grandes logros que lleva en su mochila al TC esta juez del TSJA. Montalbán había dudado en aludir como mérito a sus orígenes humildes y a unos padres sin estudios superiores que hicieron todo lo posible para que llegara adonde quería. Sin pretenderlo la juez estaba desmontando el discurso de la izquierda de una judicatura conservadora en la que solo los hijos de togados pueden llegar a serlo.
Ramon Sáez, por su parte, ha preferido dedicar su intervención al juez constitucional, a los derechos fundamentales y a la justicia restaurativa que a su propio currículo. Con los socios de Sánchez jugaba en casa después de sentencias como la de Trapero o su defesa de la libertad de expresión en el asalto al Parlament.