Calvo rechaza el referéndum tras superar el independentismo el 50% de los votos: «Da igual el porcentaje en relación con lo que no es legal ni constitucional»
El Ejecutivo defiende que el «diálogo» debe ser la base del entendimiento con la Generalitat y se prepara para un proceso de negociaciones en el que establece como líneas rojas el referéndum y la amnistía
El Gobierno no considera relevante que los partidos independentistas hayan superado en la reciente convocatoria con las urnas el 50% de los votos , ni que esto altere de forma alguna la consideración respecto a la demanda independentista de pactar un referéndum de autodeterminación. La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo , ha cerrado la puerta a ninguna negociación a ese respecto.
La número dos del Gobierno ha despachado la cuestión asegurando «da igual qué porcentaje pueda sacar cualquier partido en relación con los que en nuestro país no es legal ni constitucional «. Calvo ha dicho que plantear esa cuestión »no ha lugar porque no puede estar en el marco de nuestra Constitución«, ha remachado.
El Ejecutivo marca así los límites de una negociación a futuro con los independentistas en la que están dispuestos a abordar todos los temas pero cerrando la puerta de entrada al referéndum y a la amnistía . En todo lo demás existe posibilidad de que el Gobierno haga concesiones en su tesis de «desinflamar el conflicto político». Considerando además que sienten que las urnas han avalado su discurso sobre Cataluña .
Mientras Calvo establecía los límites, la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, realizó el discurso más oficialista y posibilista asegurando que «desde el Gobierno de España seguimos confiando, como lo hemos hecho siempre, en que el diálogo sea la base sobre las que se mantenga las relaciones entre el futuro Gobierno en Cataluña y el Gobierno en España porque eso nos permitirá superar de una vez por todas la fractura social, la fractura de convivencia que existe en Cataluña».
El Ejecutivo está preparado para retomar la mesa de diálogo con la Generalitat de Cataluña. Al tratarse de una demanda de ERC, entiende que no habrá problemas en retomar este foro que la pandemia y las diferencias en el seno del independentismo, con las reticencias de Quim Torra respecto de este cónclave, han limitado hasta el momento a una sola reunión.
Los socialistas interpretan que al haber superado ERC a Junts en las urnas la interlocución y el diálogo será más sencillo . Si bien dan por hecho que en las fechas cercanas, hasta que efectivamente el nuevo Govern se constituya y ERC asuma la presidencia, será normal que el voltaje de la campaña no desaparezca.
Las relaciones entre el PSOE y ERC son estrechas y existen varios niveles de interlocución. Algo que ya es un avance para el Ejecutivo respecto al precedente de la presidencia de Quim Torra. En ese sentido, la vicepresidenta Calvo puso en valor que ERC es un grupo que «habitualmente nos apoya y nos acompaña, habitualmente, porque otra veces no», y que el propósito del Gobierno con ellos y «otros grupos parlamentarios» es «cuidar» las relaciones porque el Gobierno de coalición solo tiene 155 escaños. Precisamente es una queja habitual por parte de los grupos que suelen apoyar al Ejecutivo el que entienden que desde La Moncloa se actúa como si tuvieran mayoría absoluta, sin consultar ni negociar previamente las cuestiones. Además de que, como ha dicho hoy el portavoz del PNV, Aitor Esteban, suelen encontrarse en muchos momentos en mitad de las tensiones entre PSOE y Unidas Podemos.
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