Calvo por Bolaños, trasplante en el corazón del Gobierno
La vicepresidenta primera deja el cargo tras tres años como mano derecha de Pedro Sánchez y con muchos enfrentamientos a sus espaldas. Su rango vicepresidencial recaerá en Nadia Calviño. Pero el grueso de sus funciones como ministra de la presidencia, relaciones con las Cortes y Memoria Democrática pasan a manos de Félix Bolaños.
La crisis de Gobierno que Pedro Sánchez urdía desde hace semana se ha desatado este sábado 10 de julio con una crudeza que nadie había alcanzado a imaginar. La salida de Iván Redondo como jefe de gabinete, de Carmen Calvo como vicepresidenta primera, y de José Luis Ábalos como ministro de Transportes supone un terremoto en la estructura de poder en torno a Pedro Sánchez.
En ese seísmo emerge la figura de Félix Bolaños . Ya era figura de la máxima confianza de Pedro Sánchez. En igualdad de condiciones con los más mediáticos y hoy caídos. Pero su puesto era el de secretario general de la presidencia del Gobierno, con rango de subsecretario de Estado. Su entrada en el Consejo de Ministros no supone que vaya a tener más peso que el que ya ejercía. Pero sí que es un claro reconocimiento.
Calvo abandona el pusesto como número dos del Gobierno. Su rango vicepresidencial recaerá en Nadia Calviño. Pero el grueso de sus funciones como ministra de la presidencia, relaciones con las Cortes y Memoria Democrática pasan a manos de Félix Bolaños . Y eso es verdaderamente lo importante. Porque por sus manos pasará la coordinación de toda la acción gubernamental que antes recaía en Calvo.
Al contrario que Redondo, Bolaños es una figura de partido. Aunque su relevancia y su peso han ido asociados a su trabajo en La Moncloa. Pero ya fue el hombre al que Pedro Sánchez le encargó a toda prisa hacer el esbozo del primer Gobierno que tuvo que formar en 2018 tras la moción de censura. Una figura de confianza, que mantiene una muy buena relación con la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra .
Bolaños ha sido negociador con la familia Franco en el proceso de exhumación, negoció con Ione Belarra la estructura del Gobierno de coalición, también con el PP la fallida renovación de órganos institucionales. Además, le encargó Pedro Sánchez el año pasado pilotar una vía de comunicación con Ciudadanos. Esto último no puede hacer olvidar que tiene parte de responsabilidad en la fallida operación de la moción de censura en Murcia. Tuvo un papel clave junto a Carmen Calvo en la preparación del primer Estado de Alarma y ahora de nuevo con los expedientes para conceder los indultos.
Calvo, por su parte, da un paso atrás tras unos meses en los que se apuntaba al enfrentamiento con el ministerio de Igualdad, además de a su mala relación con Iván Redondo como piedras importantes en su camino. Era el segundo rostro más visible del Ejecutivo y su salida ha determinado el grado de profundidad de la remodelación. Por sus manos pasaba toda la coordinación de la acción del Ejecutivo, lo que frecuentemente la ha puesto en la diana y la ha producido un gran desgaste.
Desde su entorno apuntan a que su salida no ha sido traumática. Pero tampoco llegan a asegurar que ella lo haya pedido. A la vicepresidenta primera su salida del Ejecutivo no le ha pillado por sorpresa. La cuestión estaba hablada y asumida con el presidente ya en las últimas fechas. Calvo por el momento seguirá como diputada y como responsable de Igualdad en la Ejecutiva Federal del PSOE.
Desde el entorno de José Luis Ábalos sí se apunta claramente a que la salida del Gobierno ha sido solicitada por él. Aunque otras fuentes del Ejecutivo no ocultan que el ministro de Transportes «no encajaba bien» en la idea de renovación y aire fresco que Sánchez quiso vender ayer. Su marcha podría extenderse de forma oficial a la secretaría de Organización en los próximos días. Y eso a las puertas del Congreso Federal que el PSOE celebrará en Valencia entre el 15 y el 17 de octubre. Adriana Lastra y Santos Cerdán son las figuras de confianza de Sánchez dentro de la dirección del PSOE que no tienen puesto en el Gobierno. Se apuesta por s continuidad en la sala de mandos del PSOE, aunque con la presumible baja de Ábalos alguno podría varias sus funciones.
Los huecos de Redondo
La salida más sonada del día y que tiene más repercusiones tiene para la vida interna en La Moncloa es la del jefe de gabinete, Iván Redondo. Bajo su mando hay una enorme estructura en la residencia del presidente del Gobierno que ha ido creciendo de forma sostenida desde 2018. Su salida abre muchas incógnitas sobre el futuro de esa gran estructura. Está por ver también el grado de poder que poco a poco va adquiriendo Óscar López como nuevo jefe de gabinete. El que fuera secretario de Organización del PSOE con Alfredo Pérez Rubalcaba vuelve vuelve a un puesto de enorme relevancia. Lo hace tras tres años en Paradores, puesto en el que lo situó Sánchez tras llegar al Gobierno. Aquel fue un premio de consolación. Un recordatorio de que Sánchez no se olvidaba de él después de que la cruenta batalla política del PSOE en 2017 los distanciase.
Redondo envió ayer por SMS, él no utiliza WhattsApp, a algunos periodistas un mensaje en el que aseguraba que se marcha era voluntaria, que no era la primera vez que lo solicitaba y que había llegado el momento de descansar. En el Gobierno hay quien no da veracidad a ese planteamiento. Lo que es seguro es que su salida deja varios frentes abiertos. El primero y más inmediato es conocer qué sucede con la Secretaría de Estado de Comunicación (SEC), que estaba de facto bajo su mando. Su titular, Miguel Ángel Oliver, lleva tiempo cuestionado. Y casi todo el mundo da por hecho su marcha.
El perfil del nuevo titular de la SEC será fundamental para determinar su rol. Si depende directamente del presidente del Gobierno, y es Sánchez quién lo elige, se convertiría en una figura de peso. Casi un contrapeso al jefe de gabinete. Como sucedía en el último mandato de Mariano Rajoy. Si lo elige López y queda supeditado a él, se replicará el esquema de funcionamiento actual.
Con la marcha de Redondo se abren muchas incógnitas. Hay figuras que tendrán que buscar un nuevo encaje. Su adjunto, Francisco Salazar, es una figura del PSOE pero que en los últimos años estaba muy asociada a Iván Redondo. Los famosos maitines que Pedro Sánchez celebraba con su núcleo duro, que luego cambiaron con el Gobierno de coalición, entran ahora en una nueva dimensión. Ábalos, Calvo y Redondo, figuras clave en la segunda vida política de Pedro Sánchez quedan atrás. Da un paso al frente Félix Bolaños y resurge Óscar López.
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