Calviá rinde homenaje a los dos guardias civiles asesinados por ETA en julio de 2009 en Palmanova
La banda terrorista puso una bomba lapa en el vehículo de los agentes Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá
El Ayuntamiento de Calviá ha celebrado este jueves un acto de homenaje y recuerdo en memoria de los guardias civiles Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá , asesinados por la banda terrorista ETA el 30 de julio de 2009 en la localidad de Palmanova, ubicada en el citado municipio mallorquín. El acto ha estado presidido por el alcalde de Calviá, el socialista Alfonso Rodríguez, y por la delegada del Gobierno en Baleares, la socialista Aina Calvo , entre otras autoridades civiles y militares. Entre los asistentes se encontraban los padres de Diego Salvá. El homenaje ha finalizado con una ofrenda floral, tras haberse guardado previamente un minuto de silencio.
«Han pasado once años, pero Diego y Carlos, y el conjunto de las víctimas del terrorismo, se mantendrán vivos en nuestra memoria», ha recalcado Calvo en declaraciones a los medios, para añadir: «Como explicaba el alcalde de Calviá, recordar es un imperativo, no sólo como reconocimiento y tributo a unas personas que trabajaron como servidoras por el bien común, por todos y cada uno de nosotros, sino también para recordar la cara miserable y bárbara del terrorismo, para que nunca más se vuelva a producir en este país». Hace once años, Calvo era la alcaldesa de Palma, en donde ETA también llevó a cabo varios atentados en esas fechas, aunque sin nuevas víctimas mortales.
Homenaje y reconocimiento a Diego Salvá y Carlos Sáenz de Tejada, los dos guardias civiles asesinados por la banda terrorista ETA hoy hace 11 años en #Palmanova, en Calvià.
— Delegación Illes Balears (@del_illes) July 30, 2020
Siempre en nuestro recuerdo. pic.twitter.com/HPrCilDDyc
Cabe recordar que el atentado mortal de ETA en Palmanova se produjo ante el cuartel de la Guardia Civil de dicha localidad. Poco antes de las dos del mediodía del 30 de julio de 2009, los agentes Carlos Sáenz de Tejada y Diego Salvá, de 28 y 27 años de edad respectivamente, murieron tras explotar la bomba lapa que la banda terrorista había adosado previamente en su vehículo. Fue el último atentado mortal de ETA en España.
Días trágicos
La tragedia pudo haber sido aún mayor aquel 30 de julio, ya que ETA había colocado una segunda bomba lapa en Palmanova, en concreto, en otro de los vehículos de la Guardia Civil estacionados en la localidad. El artefacto fue encontrado en la tarde de ese mismo día enfrente del antiguo cuartel de la Benemérita. Poco después de ese hallazgo, los artificieros de la Guardia Civil explosionaron de forma controlada esa segunda bomba lapa. Previamente, habían desalojado los edificios próximos y habían acordonado toda la zona.
Un día después del atentado criminal de Palmanova, la capilla ardiente de Diego y de Carlos fue instalada en el Palacio de la Almudaina de Palma, justo enfrente de la Catedral, que acogió luego el oficio religioso. Los féretros fueron trasladados hasta la Seo a hombros de sus compañeros. La misa funeral contó con la asistencia de los entonces Príncipes de Asturias, así como del presidente del Gobierno en aquel momento, José Luis Rodríguez Zapatero , y del entonces líder de la oposición, Mariano Rajoy , entre otras autoridades civiles y militares.
Diez días después del atentado, en concreto el 9 de agosto de 2009, ETA volvió a actuar en la isla, en esa ocasión en Palma de Mallorca, con la colocación de cuatro bombas de escasa potencia en los baños de distintos establecimientos . No hubo heridos. Todas las bombas eran con temporizador, lo que significa que probablemente habían sido preparadas mucho antes de que explotasen. En ese contexto, la hipótesis hoy más verosímil con respecto al atentado previo de Palmanova es que sus autores no se encontraban ya en la isla aquel trágico 30 de julio. Transcurrida ya algo más de una década desde entonces, a día de hoy sigue aún sin saberse quiénes fueron los responsables de dicho atentado mortal y de la colocación de las otras cinco bombas.