El brazalete de maltratador permitió seguir al asesino
Uno de los dos acusados de matar al informático de Guecho tenía orden de alejamiento de su anterior pareja
La Guardia Civil tenía las imágenes de varias cámaras de seguridad de cajeros automáticos de pueblos de Zaragoza en las que se veía a un individuo, pero había que ponerle nombre. Recurrieron a lo que siempre ha caracterizado al Cuerpo, la proximidad y el conocimiento de la gente en las zonas rurales. Y dio resultado. Distribuyeron las fotografías. El comandante de puesto de Pedrola, un sargento, lo reconoció. Era Mohamed Achraf. No tenía ninguna duda. El responsable del cuartel sabía que tenía dos órdenes de alejamiento respecto a dos mujeres españolas que vivían en esa localidad. Una Sandra P.L. es la madre de sus tres hijos menores; la otra, Eva P. U., su siguiente pareja. El sargento era el encargado del seguimiento de los casos de violencia de género.
Mohamed llegó al municipio zaragozano en 2017 , procedente de Vinaroz, con su mujer y tres hijos. Poco después se separaron. Se trasladó a Pedrola porque allí vive su madre. Entabló otra relación con Eva P. a la que maltrató en marzo de 2019. Un juez dictó orden de alejamiento y le impuso que llevaron un brazalete con localizador GPS, gestionado por el «Centro Cometa», de manera que se podían controlar sus movimientos. Gracias a la información proporcionada por ese centro, a instancias del juez instructor, se pudieron reconstruir los pasos del sospechoso durante el último mes, día a día y hora a hora.
Esa información permitió llegar hasta un lugar apartado de Pedrola, el barranco Salto del Lobo, donde habían enterrado al informático José Antonio Delgado desaparecido desde el 6 de septiembre. También fue fundamental para vincularlo con las extracciones bancarias que hizo utilizando las tarjetas de las víctimas y para situarlo en los escenarios en las que las abordaron. El maltratador con brazalete era un asesino.
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