Bolaños despacha su ronda con los portavoces sin mencionar al CGPJ, que queda aparcado a septiembre
Yolanda Díaz avanza que mantendrá una reunión con el PSOE para fijar posición sobre el Poder Judicial

A Félix Bolaños le gusta presentarse como un hombre de pactos. El jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recurrido a él en los últimos años como negociador para asuntos de calado variado. Con resultados muy dispares en su haber, el nuevo ... ministro de la Presidencia aparece ahora como el interlocutor principal de La Moncloa con el resto de partidos, y responsable último de que el Ejecutivo preserve la frágil mayoría que le sustenta.
De momento no hay síntomas de que bajo su tutela vayan a producirse cambios significativos. Este miércoles el Gobierno vio como muchos de sus socios le daban la espalda en la convalidación del decreto de interinos. Y solo una negociación a la carrera con ERC le permitió salvar los muebles. El mejor argumento de La Moncloa sobre su estabilidad es el rechazo de sus aliados a un adelanto electoral que provoque un cambio de Gobierno. Pero esa actitud lleva crispando a sus socios durante toda la legislatura.
Bolaños inició ayer una ronda de contactos con los grupos parlamentarios y se topó con esta crítica desde EH Bildu . El partido de Arnaldo Otegi, normalizado ya como socio habitual del Ejecutivo, visibiliza cada vez más frecuentemente su malestar. Según fuentes de la formación, su portavoz, Mertxe Aizpurua , transmitió al ministro su «preocupación» por «los métodos de negociación a contrarreloj del Ejecutivo durante los últimos meses» y le instó «a reforzar el diálogo con las fuerzas de izquierdas y a trabajar con suficiente antelación los consensos para ganarse los apoyos y afianzar la mayoría progresista».
Emplazados a septiembre
Esta crítica es recurrente y amenaza con volverse en contra del Ejecutivo en cualquier momento. En la víspera, el PNV no apoyó dos de las convalidaciones que planteaba el Gobierno en el Congreso y denunció el «abuso» de la figura del decreto-ley.
El clima general que se trasladó ayer fue de baja intensidad. El choque de esta semana y la inminencia del parón estival convirtieron la ronda en un ejercicio de mera cortesía. Pero sirvió para dejar claras algunas posiciones.
La principal es que no hubo acercamiento con la oposición. Tanto fuentes del Gobierno como del PP coincidieron en que la conversación entre Bolaños y la portavoz de este grupo, Cuca Gamarra , transcurrió «en un tono cordial y dialogante» desde el que acordaron abrir una línea de interlocución pero sin que la llamada fuera más que una primera toma de contacto, en la que no se entró «a fondo» en ninguna cuestión.
Tampoco en la necesidad de renovar el Consejo General del Poder Judicial, sobre la que tanto apremia el Gobierno. Bolaños ni siquiera mencionó la cuestión. La llamada duró unos quince minutos y ambos quedaron en mantener una reunión en septiembre.
Presupuestos en el horizonte
La misma escena describieron el resto de portavoces de donde se deduce que Bolaños no dedicó especial atención al PP, pese a ser el grupo mayoritario de la oposición y el único con el que puede renovar los órganos constitucionales. ERC, Ciudadanos, PNV y PDeCat señalaron la conversación como de toma de contacto con acuerdo de reunión en septiembre.
Solo Bildu se salió del guión señalando las críticas citadas. Bolaños proseguirá esa ronda sin Vox. El partido de Santiago Abascal anunció ayer que no participará «en el circo mediático» por lo que no atenderá la llamada del ministro.
Los asuntos a dialogar que se abren en el horizonte son los Presupuestos, donde la interlocución la liderará la ministra de Hacienda, María Jesús Montero , y la renovación de órganos constitucionales. Ahí destaca el CGPJ . Por eso resulta llamativo que varios de los interlocutores que conversaron con Bolaños señalaran que no abordó en ningún momento esta cuestión. Será ya en septiembre cuando el Gobierno haga un intento formal por reactivar la negociación con el PP.
En La Moncloa saben que el interlocutor para este asunto es el número dos de Génova, Teodoro García Egea . Y tampoco aquí hay síntomas de acercamiento. Ayer Gamarra señaló que su «no» se mantiene. «A un presidente que quiere controlar otro poder evidentemente no le acompañará en esa operación el PP», subrayó. Por su parte, el portavoz de Cs, Edmundo Bal , reiteró que no entrará en un acuerdo «para repartirnos los jueces».
En el otro bando. tampoco hay visos de que la vicepresidenta y líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo, Yolanda Díaz, vaya a rebajar su presión. Ayer acusó al PP de «rebeldía» y consideró «bastante preocupante» el «secuestro de los órganos» constitucionales. También avanzó que mantendrá «una reunión» en el seno de la coalición. La postura de UP es que debe recuperarse la reforma para rebajar las mayorías y poder renovar el órgano por mayoría absoluta, pero no es la postura que mantiene el PSOE .
La formación morada quiere trasladar la idea de que la coalición negocia unida y que sus condiciones se tienen en cuenta. Su persistencia en incluir entre los nuevos integrantes del Poder Judicial a José Ricardo de Prada supuso un muro insalvable en las negociaciones que García Egea y Bolaños. Y el PSOE por el momento no quiere moverse al margen de su socio.
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