Bildu monta un ‘ongi etorri’ judicial para apoyar a un exjefe de ETA
Recibe con aplausos y pancartas a Mikel Antza antes de declarar por el asesinato de Gregorio Ordóñez
Fue un acto muy similar a los que la izquierda abertzale se comprometió a no repetir hace apenas tres semanas
Apenas tres semanas. Eso es lo que ha tardado el entorno político y social de ETA en demostrar que no tiene ninguna intención de acabar con los actos de apoyo a expresos de la banda terrorista. Ni siquiera cuando comparecen como imputados por varios asesinatos. Ayer volvió a quedar en evidencia que lo de poner fin a esas exhibiciones públicas a favor de miembros de ETA, como anunció el entorno proetarra a finales del mes pasado, era sólo una maniobra táctica. Y que el único objetivo de ese anuncio, muy aplaudido por toda la izquierda española y sus socios secesionistas e independentistas, no era evitar el dolor de las víctimas cada vez que se produce un ‘ongi etorri’, como se denominan estos homenajes en euskera, sino blanquear a Bildu de cara a la negociación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) con el Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.
Porque ayer, en las calles de San Sebastián, la izquierda abertzale volvió a protagonizar un apoyo explícito y público a un preso de ETA hasta 2019 que, además, acaba de ser imputado por planificar y ordenar los asesinatos del líder del PP guipuzcoano en 1995, Gregorio Ordóñez , y del juez Francisco Querol en 2000. Destacados representantes de Bildu y de su partido matriz, Sortu, se concentraron ayer frente a los juzgados donostiarras para jalear a Mikel Albisu, alias Mikel Antza, justo antes de declarar ante la Audiencia Nacional (AN) como presunto autor intelectual del asesinato de Ordóñez.
Antza fue jefe de ETA entre 1992 y 2004, cuando la banda terrorista asesinó a 90 personas. Dos juzgados distintos de la AN le han imputado, junto a otros miembros de la cúpula etarra en esa época, para esclarecer quién planificó y ordenó ambos asesinatos. Sendas causas se están investigando en los Juzgados Central de Instrucción Número 1 y 5, cuyos titulares son los magistrados Alejandro Abascal y Santiago Pedraz.
Antza estaba citado para declarar ante el primero, que le permitió hacerlo por videoconferencia desde los juzgados de San Sebastián. Allí le esperaban unas 30 personas, que le recibieron entre abrazos, aplausos y pancartas de ‘solución y paz’ y ‘Mikel Albisu , con nosotros’.
El comité de bienvenida estaba encabezado por dirigentes de Sortu com o Rufi Etxeberria y Haimar Altuna , que ofició de portavoz ante los medios para decir «alto y claro que en este pueblo la paz, la convivencia y la solución necesita que Mikel esté con nosotros para que, entre todos, podamos construir un pueblo que pueda vivir en paz y en libertad». También había cargos públicos como Reyes Carrere, la máxima representante de Bildu en el Ayuntamiento de San Sebastián.
Semejante escenificación demuestra que, como anticiparon las víctimas y la oposición, el reciente anuncio sobre los ‘ongi etorri’ era sólo una estratagema política y mediática, pese a los esfuerzos de la izquierda por venderlo como un avance. Hace sólo diez días, el exlehendakari socialista y actual diputado del PSOE, Patxi López, justificaba que el Gobierno de Sánchez pacte con Bildu porque el PP es «indecente», según él, «mientras la izquierda abertzale da pasos» . Ayer, la portavoz bildutarra en el mismo consistorio del que Gregorio Ordóñez era teniente de alcalde estaba en la puerta de un juzgado aplaudiendo a un exjefe de ETA imputado por ese mismo asesinato. La comparecencia de Antza se prolongó durante dos horas y media, en las que se limitó a negar cualquier implicación en este crimen y a recordar que ya fue condenado en Francia.
Lo cierto es que cumplió condena en este país tras ser detenido en 2004 por pertenecer a la banda terrorirsta, pero no por ninguno de los crímenes cuya autoría intelectual le imputa la Justicia española y por los otros cerca de 90 asesinatos que la banda terrorista cometió durante los doce años en los que él estuvo al frente. De hecho, Antza volvió a España tras salir de la cárcel en Francia hace casi tres años y desde entonces permanecía en libertad porque no tenía ninguna causa abierta en nuestro país. Hasta ahora, que dos jueces distintos de la AN le acaban de imputar por su posible participación en al menos cinco asesinatos: los de Ordóñez en San Sebastián y Querol en Madrid, en cuyo atentado también perdieron la vida su chófer, su escolta y un conductor de autobús.
Tras tomarle declaración, el magistrado le retiró el pasaporte para que no pueda salir de España ahora que ha sido imputado por partida doble, como había solicitado Dignidad y Justicia, la asociación de víctimas que ejerce la acusación popular en esta causa. Este colectivo también se concentró ayer en Madrid ante la Audiencia Nacional. Su presidente, Daniel Portero, recordó que todavía hay 370 crímenes de ETA sin resolver, de los que 65 no han prescrito y por los que se podría acusar a 35 exjefes etarras como Antza.
Repugnante y miserable
Una de las voces más críticas con esta versión judicial de los ‘ongi etorri’ fue Consuelo Ordóñez, hermana de Gregorio, que en sus redes sociales se preguntó : «¿Alguien se sorprende? ¿Pero quién los legalizó? Zapatero a Bildu y Rajoy a Sortu». Su denuncia ante la AN en 2015 fue la que inició esta causa.
Carlos Iturgaiz, líder del PP en el País Vasco, calificó este acto como «repugnante demostración de exaltación y apología del terrorismo» y señaló a los organizadores como «unos miserables que, lejos de abandonar los ‘ongi etorri’, humillan a las víctimas».
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