Dos bebés murieron en Albacete víctima de los maltratos sin que nadie lo detectase
Los padres tenían los teléfonos pinchados y los controlaba un juez y los servicios sociales
«Hemos ido a darle el biberón y Dylan no respiraba». Cuando el 29 de junio los médicos llegaron al piso en el que vivía la pareja formada por Germán Ribera, de 28 años, y Aroha Moreno, de 27, con su bebé de cuatro meses, esa fue la explicación atropellada que les dio la madre. Aroha estaba en un dormitorio y sostenía en brazos a la criatura, consternada. Los servicios médicos certificaron el fallecimiento del niño por «muerte súbita» a la una y diez de la tarde, según las diligencias policiales. En el salón de la modesta vivienda de la calle Luis Gold de Caudete (Albacete) el padre se revolvía nervioso, incrédulo. Minutos después acudía el equipo de Policía Judicial de Almansa y antes de las dos la comitiva judicial ordenaba que llevaran al pequeño al Anatómico Forense.
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