Los barones y Génova llaman a la unidad del PP y Ayuso vuelve a pedir un congreso cuanto antes
García Egea insta a trabajar para llevar a Casado a La Moncloa sin «distraerse en lo accesorio»
Pese a las peleas internas, el PP se siente fuerte, impulsado por ese efecto sanador de las elecciones del 4-M en Madrid que se ha notado con especial intensidad en las comunidades vecinas. Tanto, que los populares de Castilla-La Mancha han elegido Puertollano, feudo clásico de la izquierda, para celebrar su congreso regional, en el que hoy será proclamado presidente Paco Núñez, con encuestas que le sitúan en el Gobierno autonómico en las próximas elecciones, si pacta con Vox. El congreso se inauguró ayer, con una expectación inusitada y con desembarco de medios de comunicación nacionales. La razón estaba en los ‘invitados’ de honor. El secretario general del PP, Teodoro García Egea, inauguró el congreso por la mañana. Por la tarde, Isabel Díaz Ayuso participó en la mesa de presidentes autonómicos. Y hoy, domingo, Pablo Casado clausurará el cónclave. Eso sí, no coincidieron entre ellos. En plena guerra del PP en Madrid, sus protagonistas enterraron durante el fin de semana el hacha de guerra con mensajes de unidad y fortaleza. Todo ello con Génova pendiente de que nadie se saliera demasiado del guion: vetó entrevistas al presidente electo, para evitar así titulares incómodos, y se aseguró de que la mesa donde intervenía Ayuso estuviera coordinada por Ana Beltrán, vicesecretaria de Organización y mano derecha de García Egea.
Retos mayores
El secretario general del PP llegó al Pabellón Ferial ‘La Central’, antigua central térmica y símbolo obrero en esta ciudad, con un mensaje de fortaleza interna bien preparado. Ante las cámaras de televisión, puso como ejemplo al PP de Castilla-La Mancha, un partido unido, dijo, «como el PP de Pablo Casado», algo imprescindible para «conquistar retos mayores».
Al entrar en el plenario, los compromisarios le saludaron con una ovación, pero en el aplausómetro final ganó Isabel Díaz Ayuso por la tarde, en competencia con el líder local. Antes de entrar en el pabellón ferial, decenas de compromisarios la esperaron fuera y la recibieron con aplausos y gritos de ‘presidenta, presidenta’. El ‘efecto Ayuso’ se ha extendido con claridad a la región vecina de Castilla-La Mancha, como reconocen sus dirigentes.
En su intervención, García Egea no hizo ninguna mención expresa al enfrentamiento que se está produciendo en Madrid por el próximo congreso regional, que se celebrará en mayo, según los planes que mantiene Génova a pesar de las presiones de Ayuso para adelantarlo y poder ser presidenta del partido cuanto antes. Pero en el discurso de García Egea sí hubo mensajes en clave interna. El secretario general del PP emplazó a los suyos a no distraerse en «lo accesorio» y ocuparse de lo importante, que es, según subrayó, llevar a Pablo Casado a La Moncloa. Ese es el principal objetivo del partido, como remarcó. Y se mostró convencido de que el PP lo conseguirá y ganará las próximas elecciones generales.
García Egea aseguró que el proceso de renovación territorial que se está llevando a cabo en el PP, primero en los congresos provinciales y ahora en los regionales, está ayudando a tener un partido y un equipo fuertes. Recordó que en Castilla-La Mancha son los militantes los que han votado y los que decidirán quién será el presidente del partido, y lo mismo ocurrirá, dijo, en el resto de congresos regionales que se celebrarán a lo largo y ancho de España.
García Egea regresó a Madrid a la hora de comer, por motivos familiares. Y no se cruzó así con Ayuso, que llegó poco antes de las cuatro y media de la tarde para participar en la mesa de barones regionales. Antes hubo desfile de presidentes autonómicos para dar su opinión sobre la crisis de Madrid. El presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, reclamó diálogo para solucionar la guerra interna y se mostró partidario de que haya una candidatura única en Madrid, como símbolo de un acuerdo que, según dijo, se logrará antes de lo que piensan muchos.
El presidente de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, optó por ser más neutral ante el congreso regional de otra comunidad. Se mostró convencido de que el partido saldrá más unido de Puertollano, una afirmación que sonó a efusión optimista. Mañueco no quiso pronunciarse sobre la pelea en Madrid, pero sí pidió que todos contribuyan a construir un partido unido y sólido.
Sigue la presión
Nada más llegar, Ayuso insistió en sus presiones para que Génova adelante el congreso regional, algo que el equipo de Casado ya ha dicho, por activa y por pasiva, que no va a hacer: será en mayo, ni antes ni después, según advierten. «Me gustaría que fuera un congreso de unidad, donde saliéramos fortalecidos, que se celebrara pronto para evitar desgaste y que nos ayudara a seguir aumentando nuestra mayoría en la Comunidad de Madrid», pidió Ayuso. La presidenta de la Comunidad de Madrid dejó claro así que el pulso continua. Eso sí, aseguró que espera que todo el proceso termine bien. La unidad del partido, a su juicio, no está en peligro, porque se están produciendo los movimientos internos normales antes de un congreso: «Esto pasa siempre en todos los partidos, las familias y empresas cuando hay elecciones internas».
Ante el plenario, Ayuso volvió a recibir la mayor ovación, con un público totalmente volcado con la presidenta madrileña, que nada más tomar la palabra les anunció que «del socialismo, se sale». La presidenta regional madrileña optó por un discurso centrado en la política nacional, para criticar el «autoritarismo» del Gobierno de Sánchez y sus pactos con los independentistas y con los herederos de Batasuna. Ayuso también alertó del intento del Gobierno de enfrentar Madrid, «que es de todos», al resto de España. Su consejo fue para Paco Núñez: «Los ciudadanos quieren ser libres a izquierda y a derecha, y con este mensaje, Paco, arrasarás».