Bárcenas ingresa en prisión con el temor en el PP a que su mujer siga sus pasos
La Audiencia ve riesgo de fuga en el extesorero y en otros dos penados por sus entramados societarios en el exterior
Tres años después de abandonar Soto del Real, donde permaneció durante 19 meses en prisión preventiva, el extesorero del PP Luis Bárcenas volvió ayer a la cárcel para empezar a cumplir los 33 años a los que fue condenado el jueves por el caso Gürtel. Así lo decidió la Sección Segunda de lo Penal de la Audiencia Nacional, que también envió a prisión de forma inmediata al exalcalde de Majadahonda Guillermo Ortega (38 años) y al exconsejero de la Comunidad de Madrid Alberto López Viejo (31 años).
El destino de la mujer de Bárcenas, Rosalía Iglesias (condenada a 15 años) , sigue siendo una incógnita, pues el tribunal no informará hasta el miércoles de la decisión que tome respecto a ella y los otros 12 condenados que comparecieron ayer en la vista en la que, salvo en cuatro casos, Anticorrupción pidió prisión incondicional.
El futuro de Rosalía Iglesias causa cierta inquietud en el Partido Popular, donde todavía retumban las palabras que su extesorero pronunció aquel 25 de enero de 2015 a su salida de la cárcel de Soto: «No hay nada que temer en estos momentos». No en vano la retirada de la acusación contra Génova por parte de Bárcenas en el caso del borrado de los ordenadores se interpretó como un gesto al PP vinculado a que su mujer no pisara la cárcel. Obviamente la formación de Mariano Rajoy no estaba en condiciones de garantizar esa suerte de inmunidad penitenciaria que en última instancia depende sólo del tribunal. En el PP temen que Bárcenas decida «vengarse» y cambie una estrategia de defensa que hasta ahora ha dejado al margen a Rajoy. Más que una cuestión de pruebas les preocupa que emprenda una estrategia de descrédito en los juicios pendientes.
De momento los magistrados que lo componen sólo han argumentado las razones que le han llevado a ordenar el ingreso en prisión de Bárcenas, Ortega y López Viejo, los «número dos» en el ránking de condenas de Gürtel, al sobrepasar los 30 años de cárcel. Los líderes de la trama, Francisco Correa y Pablo Crespo ya estaban presos.
En sendos autos, la Sala considera que en los tres casos el riesgo de fuga se ve incrementado por el entramado societario que los condenados tenían en el extranjero. Sobre Bárcenas en concreto aseguran que «parte de esos fondos» ocultos en Suiza «no han sido localizados».
«Mi hijo me necesita»
Durante el turno de palabra que se ofreció a los condenados en las vistillas celebradas ayer, Bárcenas aseguró ante el tribunal que siempre ha cumplido con las obligaciones que se le han impuesto durante la instrucción de esta causa y que no dispone de pasaporte con el que poder huir, un argumento que repitieron los otros penados sobre los que las acusaciones aprecian riesgo de fuga.
Junto con este compromiso de no huir, Rosalía Iglesias apeló a su condición de madre y pidió a la Sala que no prive a su hijo de sus dos progenitores, asumiendo el destino de Bárcenas apenas un par de horas antes de que se conociera la decisión del tribunal. «Aunque es mayor de edad me necesita», señaló Iglesias según fuentes presentes en la comparecencia.
Durante la vista celebrada ayer, que se prolongó desde las diez y media de la mañana hasta pasadas las tres de la tarde, la Fiscalía pidió prisión para todos excepto para cuatro condenados: el exdiputado del PP Jesús Merino (3 años y 7 meses), la mujer de López Viejo, Teresa Gabarra (4 años), el testaferro de Bárcenas Iván Yáñez (3 años), y el asesor de López Viejo, Pedro Rodríguez Pendás (3 años). Para ellos solicitó la retirada del pasaporte y comparecencias periódicas.
Voto de calidad de Lesmes
Mención aparte tuvo para las fiscales del caso José Luis Peñas, el delator de la trama, condenado a cuatro años de prisión. Antes de la primera de las comparecencias, las representantes del Ministerio Público ya adelantaron que la Fiscalía informará a favor del indulto que Peñas solicite para evitar la cárcel.
La mañana había comenzado con una reunión de la Comisión Permanente del CGPJ en la que, con el voto de calidad del presidente, Carlos Lesmes, se rechazó que el juez José Ricardo de Prada estuviera presente en las comparecencias de la Audiencia al encontrarse en situación de servicios especiales ante los tribunales internacionales de Naciones Unidas en la Haya.
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