La CUP baraja dar el 50 por ciento de sus votos a Mas y evitar investirle
El empate en la asamblea se traduciría en cinco diputados votando sí y cinco, no
![Última asamblea de la CUP, celebrada el pasado domingo](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2015/12/29/cup-cinco--620x349.jpg)
Tras el resultado inaudito de la asamblea de la CUP del pasado domingo, que terminó con un empate a 1.5.15 votos entre los favorables y contrarios a investir como presidente a Artur Mas, el diputado antisistema Antonio Baños clavó el análisis. «La aritmética del proceso (soberanista) es diabólica », afirmó sin ocultar el ánimo de derrota que compartían los diez diputados «cuperos» del Parlamento catalán.
La aritmética es diabólica y amenaza con una nueva vuelta de tuerca. Empatada la asamblea, los diputados «cuperos», que por normativa no votaron en el cónclave con la militancia y los simpatizantes, se ven en la tesitura de faltar a los principios asamblearios de la CUP y, por una vez, comenzar a tomar las decisiones de arriba a abajo. El objetivo es traducir el empate perfecto que decidieron sus bases en votos en el Parlamento autonómico ante la investidura de Mas, que de celebrarse sólo puede hacerse la semana del 4 al 8 de enero.
Según ha podido saber este diario, una de las posibilidades que se barajan es que cinco diputados de la CUP voten a favor de investir a Mas y, los otros cinco, en contra. De ser así, en la primera y segunda vuelta de las votaciones de su segundo intento de investidura el presidente en funciones de la Generalitat se quedaría a un solo voto de ser investido . A menos que algunos diputados de otra formación distinta a la CUP -léase Catalunya sí que es Pot (Podemos), señalan algunos- decida no votar en contra de Mas y facilitar su renovación al frente de la Generalitat con un voto a favor, o la abstención.
La «diabólica» aritmética de este escenario es la siguiente. Con cinco síes y cinco noes de la CUP, Mas no podría ser investido en primera vuelta, cuando se requiere mayoría absoluta, porque los 62 votos de los diputados de Junts pel Sí y los cinco de la CUP sumarían 67. A tan solo uno de la mayoría absoluta (68).
En segunda vuelta, donde se inviste al candidato si logra más votos a favor que en contra, Mas volvería a acariciar la presidencia... sin asirla. Los 62 votos de Junts pel Sí y los cinco de la CUP sumarían 67, mientras que el resto de la cámara, si todos votan en contra, juntarían 68 escrutinios. De nuevo Mas a un voto de ser investido. La única solución en esta segunda vuelta pasaría por recabar al menos dos abstenciones de la CUP -en lugar de cinco votos en contra- o de otros partidos. O un voto a favor. Improbable.
La fórmula del 5/5 de la CUP suena a desatino , pero no falta quien vea en ella la traducción más fiel de lo que sucedió en la asamblea de Sabadell. Se cumplirían así los cuatro escenarios planteados a la militancia en uno solo. Por descabellado que parezca. La CUP habría votado a favor de Mas, en contra de Mas, habría propiciado que otro partido invistiera a Mas y habría provocado que los catalanes estuvieran condenados a unas nuevas elecciones. El 5/5 es una opción que se baraja, pero no la única y, en todo caso, sería la propuesta que se llevaría al Consejo Político de la CUP a celebrar el próximo 2 de enero. La cita convocada para la decisión final.
El circuito decisorio de los antisistema recién comenzó a trazarse ayer. El grupo parlamentario, los diez, se reunieron solos por la mañana y con el Secretariado Nacional del partido por la noche. De ese encuentro, que se calculaba que concluyera de madrugada, se esperaba concretar una propuesta de cómo deberían actuar los diputados ante la investidura de Mas. Una propuesta que no se descarta que la formación antisistema haga pública entre hoy y mañana.
A partir de hoy, y hasta el 1 de enero, la propuesta acordada en la reunión del Secretariado Nacional se someterá a debate en el centenar de asambleas locales y territoriales (comarcales) de la CUP. El día 2 de enero, el Consejo Político de la CUP, máximo órgano decisorio entre asambleas nacionales que está integrado por 70 personas -representantes de las asambleas locales- y en el que no están los representantes del Secretariado Nacional, decidirá sobre la propuesta. Por votación. Lo hará junto al Grupo de Acción Parlamentaria (GAP), que conforman una decena de representantes de sendas organizaciones vinculadas a la CUP a través de su plataforma Crida Constituent. Tales como Endavant, Poble Lliure, etcétera.
Investido después de Reyes
Tras la fumata blanca en el Consejo Político de la CUP del próximo 2 de enero , la próxima cita será en el Parlamento catalán. La mesa y la junta de portavoces del hemiciclo catalán se reunirá el próximo 4 de enero. «Si se da el caso», matizaban ayer sus servicios de prensa. Si entienden que hay visos de que salga Mas presidente. El pleno de investidura se convocaría para ese mismo día por la tarde. Con la intervención de Mas y los grupos de la oposición. El día 5 de enero habría la primera votación y el día 7 de enero la segunda y definitiva.
En todo caso, el plazo límite para evitar unas nuevas elecciones es el 9 de enero . Si no hay nuevo presidente y gobierno ese día, al día siguiente queda automáticamente disuelto el Parlamento y se convocan los comicios, que se celebrarían en marzo. Porque se habría agotado el plazo de dos meses desde la primera y fallida investidura de Mas.