La avalancha de pateras en Canarias dispara la inmigración ilegal en España
Las llegadas ilegales al Archipiélago por vía marítima se han multiplicado por 11 con respecto al año pasado por estas fechas: de 1.497 a 16.760
Las pateras no paran de llegar y estamos a mediados de noviembre. La presión migratoria no da tregua en las Islas Canarias y las llegadas irregulares por vía marítima se han multiplicado allí, en lo que va de año, por 11. De los 1.497 «sin papeles» que arribaron por mar hasta las costas canarias a estas alturas del año en 2019, a los 16.760 registrados por el Ministerio del Interior en su balance de situación hasta el 15 de noviembre del presente ejercicio.
Además, este crecimiento exponencial impulsa las cifras globales de inmigración ilegal en el conjunto nacional, que ya se sitúan un 23,5 % por encima de las del año precedente. Hasta mediados de noviembre, Interior ha registrado la llegada de 33.946 inmigrantes «sin papeles» a España por cualquier vía. El año pasado a estas alturas eran 27.495. La cifra sigue sin llegar a los niveles de 2018 -55.949 por estas fechas-, cuando en verano se sucedieron los saltos violentos en las vallas de Ceuta y Melilla a la par que la presión por vía marítima desbordó los servicios asistenciales andaluces ; pero la evolución desde el verano dibuja una tendencia preocupante.
En los primeros seis meses del año, con la pandemia de coronavirus desbocada en todo el mundo, Marruecos y otros países norteafricanos cerraron sus fronteras a cal y canto y también impusieron importantes controles para evitar que la inmigración ilegal se echara al mar en patera. Este férreo control hizo caer de forma muy notable, como informó ABC , el flujo migratorio hacia las costas españolas. No obstante, una vez que decayó el estado de alarma, se reactivaron las rutas y las pateras volvieron a salir, con más intensidad si cabe, hacia el litoral andaluz. Pero sin duda, las costas del archipiélago canario son las zonas más afectadas por la avalancha de pateras que, a tenor de su magnitud, sólo es comparable con la crisis de los cayucos allá por el año 2006.
Giro total
Las cifras no engañan. A día 30 de junio, apenas una semana después del fin del estado de alarma, la fotografía de la inmigración irregular en España era la siguiente. En términos generales se apreciaba una disminución del 35,4 % con respecto al mismo periodo de 2019 -8.546 «sin papeles» habían entrado en territorio nacional por cualquier vía frente a los 13.223 a esas alturas del año pasado-. Y en Canarias, por vía marítima y aunque ya se percibía un importante repunte del número de llegadas, éste no había alcanzado la magnitud actual: hasta finales de junio habían accedido a costas del Archipiélago 2.700 inmigrantes en patera por los 462 de 2019, lo que representaba una cifra «sólo» seis veces superior.
No obstante, a día de hoy, esa disminución general del 35,4 % se ha tornado en un incremento del 23,5 % y la tendencia de Canarias se ha disparado: de ser seis veces superior a once. Además, estamos a las puertas del invierno, cuando tradicionalmente la llegada del otoño y la mala mar aparejada suponían un freno para estas expediciones.
El resto, a la baja
El resto de variables analizadas por Interior para evaluar la situación migratoria en el país cada 15 días también señalan hacia la coyuntura que se vive en Canarias como el motor del aumento de la inmigración ilegal en España. Tanto los registros de llegadas por vía terrestre, como las registradas por vía marítima a otros puntos de la geografía nacional están a la baja con respecto al año pasado.
El total de inmigrantes llegados a Ceuta y Melilla por vía terrestre ha caído, hasta el momento, un 70,8 % con respecto al mismo periodo de 2019; las llegadas por vía marítima a las dos ciudades autónomas también se han reducido en un 28,2 % y un 98,1 %, respectivamente; y las llegadas en patera a Baleares y a otras costas de la Península caen un 22,8 %. La pregunta ahora mismo, con los datos en la mano, no puede ser otra: ¿ hasta cuándo continuará esta situación en Canarias?
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