«Las autopistas también serán siempre nuestras»
Torra se unió a la marcha de Gerona, que cortó la AP-7 y la A-2, pero no condenó los disturbios
Torra anuncia un nuevo referéndum en medio de las protestas de Cataluña
Última hora de la manifestación en Barcelona y la huelga de Cataluña en directo
![Los manifestantes de Gerona no fueron violentos, pero sí provocaron graves retenciones en la AP-7 y la A-2, las autovías que tomaron](https://s2.abcstatics.com/media/espana/2019/10/17/autopista-kwSC--1248x698@abc.jpg)
Los incidentes de esta semana no gustaron nada a una parte muy importante del independentismo, que ayer se esforzó por diluir las imágenes de barricadas ardiendo y agresiones a los policías que se vivieron tras la condena de los líderes del procés. La puesta en escena elegida para intentar retomar el camino de las «sonrisas» y conseguir la independencia fue el de las «marchas por la libertad». Desde primera hora, los vecinos de diferentes municipios de Cataluña se echaron la mochila al hombro, se colgaron las esteladas y se lanzaron a andar verdaderas kilometradas. Todas estas rutas, que generaron importantes cortes y retenciones de tráfico en autovías y autopistas, coincidirán el viernes, día de la huelga general en la región, en Barcelona.
«Lo que se ve por las noches es el 1 por ciento del independentismo. El 99 por ciento restante es lo que se ha visto en la marcha», manifestó un vecino de Gerona -que prefirió el anonimato- al concluir en Sils su participación en la primera etapa de la columna gerundense. ABC recorrió este trayecto , de más de 20 kilómetros, en el que también estuvo presente durante algunos kilómetros el presidente regional, Quim Torra. El mandatario separatista, acompañado por Juan José Ibarretxe, histórico nacionalista vasco, desperdició una oportunidad de oro para, rodeado de miles de independentistas que protestaban de manera pacífica, condenar los hechos violentos de Barcelona o el aeropuerto de El Prat.
Quim y Enric, dos veteranos vecinos de Gerona, y al contrario que su presidente, sí que condenaron los actos violentos y torcieron el gesto al recordar las graves imágenes de estos días. No les gustó nada que Barcelona fuera el martes un campo de batalla ni que unos cuantos en su ciudad arremetieran contra los Mossos. «Eso fueron unos jóvenes encapuchados que llegaron al final y habían bebido», lamentaron estos dos hombres que, sin embargo, también lanzaron sus críticas contra las cargas de la policía catalana.
«Hay mossos de Vox»
La relación entre los secesionistas y los Mossos no es la misma que el 1-O. La permisividad ha dejado paso al cumplimiento de la ley y eso no agrada a pie de calle, donde buscan distintos argumentos para criticar ahora a los mismos policías a los que ovacionaban hace años. «Lo que pasa es que hay muchos mossos que son de Vox», subrayó Enric a pie de autopista. Acto seguido completó la declaración su compañero Quim: «Hombre, no sé si habrá muchos, pero con que los que sean de Vox estén en los antidisturbios es suficiente».
Obviaron que tomar un aeropuerto o quemar contenedores no son dos conductas que respondan al mantra pacifista
Entre los jóvenes, señalados por estar en el epicentro de algunos disturbios, la condena de la violencia fue más tibia. «Las imágenes de estos días en el aeropuerto, a quien más perjudican, es a los que pegan», indicaron Judith, Javier y Estel, tres jóvenes de entre 17 y 18 años que, como muchos otros adolescentes, han sostenido las protestas junto a los jubilados. Obviaron que tomar un aeropuerto o quemar contenedores no son dos conductas que respondan, previamente, a ese mantra de conseguir la independencia de manera democrática sin violencia.
Y no faltaron las sonrisas que el secesionismo buscaba para mejorar su imagen. Tampoco la música y, como era tradicional, los tractores. Una docena cambiaron el campo por la reivindicación separatista y se unieron en Gerona a los participantes en la marcha, que pese a ser un día laborable, se contaron por cientos: adolescentes, universitarios, jubilados, familias... que no dieron ningún problema a las fuerzas de seguridad que custodiaron su recorrido.
Eso sí, pese a la ausencia de incidentes en la protesta, ésta se desarrolló por los trazados de la A-2 y la AP-7, un comportamiento que por habitual que parezca esta semana en Cataluña, para nada es normal y que, además, generó importantísimos problemas de tráfico. No estaría mal, visto lo visto, que al manido lema secesionista de «las calles serán siempre nuestras», le añadieran ahora que las autopistas, también.