La asesora de Pablo Iglesias siembra más dudas sobre su versión en el caso Villarejo

Reconoce que ella misma difundió pantallazos de sus conversaciones en chats de Podemos y asegura que el vicepresidente le devolvió la tarjeta de memoria seis meses después y destruida

Dina Bousselham (izq.) y su abogada a su salida de la Audiencia Nacional José Ramón Ladra / Vídeo: El papel de Iglesias en el caso Villarejo: de «perjudicado» a investigado

Isabel Vega

Esta funcionalidad es sólo para registrados

La anterior asesora de Pablo Iglesias Dina Bousselham ha comparecido de nuevo como testigo ante el juez que investiga el 'caso Villarejo' durante una sesión de más de hora y media en la que ha profundizado en las contradicciones ya existentes sobre el relato que ambos ofrecieron en su primera declaración como perjudicados en la Audiencia Nacional hace algo más de un año.

Las pesquisas se siguen en la pieza separada número 10 de la macrocausa Tándem, que investiga los ilícitos del comisario jubilado y en prisión provisional José Manuel Villarejo. En esta rama del procedimiento, se trata de esclarecer por qué el policía tenía entre sus archivos un volcado del teléfono que fue robado a Bousselham en un centro comercial a finales de 2015, y parte de cuyo contenido llegó a al menos dos medios de comunicación en 2016 . Uno de ellos publicó una serie de pantallazos de conversaciones de un chat de Podemos comprometedoras para Pablo Iglesias que podrían haber salido de aquel teléfono.

Bousselham volvía este lunes a la Audiencia Nacional tras un informe de la Policía Científica según el cual, esos pantallazos se hicieron desde su móvil y quedaron almacenados en la carpeta de «enviados» de Whatsapp o una aplicación similar, tal y como adelantó este diario.

Sobre este punto, la asesora, que en su primera comparecencia negó haber compartido esos contenidos con nadie, hoy ha cambiado su versión: Ha concedido que tomaba imágenes de sus charlas de grupo y las compartía con personas de su círculo social y político . No ha concretado con quién, según informan en fuentes jurídicas a ABC.

Aclarado este punto, el juez y los fiscales de Anticorrupción han incidido en el otro gran «misterio» de esta pieza de la causa: el destino que tuvo la tarjeta del móvil sustraído a Bousselham. Es donde residen las mayores contradicciones entre dos personas que acuden como testigos y por tanto, tienen obligación de decir la verdad.

Iglesias tardó seis meses en devolverle la tarjeta

En su declaración inicial, Pablo Iglesias explicó que el presidente del Grupo Zeta, Antonio Asensio, le llamó en enero de 2016 y le convocó para explicarle que habían recibido en la redacción de la extinta revista Interviú un volcado de la tarjeta del móvil de Bousselham. Tal y como el propio Asensio confirmaría también, Iglesias consultó su contenido en un dispositivo que se le prestó allí mismo y después, se la llevó. Se le hizo saber que no se publicaría su contenido. Y no se publicó.

En aquel momento, Bousselham había denunciado ya el robo de su teléfono móvil y aunque en el interrogatorio de este lunes ella no ha precisado en qué momento Iglesias se enteró del suceso, sí ha dicho que su jefe lo sabía : Cuando se produjo el robo, ella acababa de regresar a España desde Bruselas porque Pablo Iglesias dejaba el acta de eurodiputado y volvía a centrarse en la política nacional.

Según ha declarado Bousselham, siempre de acuerdo a las fuentes consultadas por este diario, Iglesias no le dijo que había recuperado la tarjeta de su móvil hasta más de seis meses después . Cuando en el mes de julio aparecieron publicados en prensa los pantallazos de sus conversaciones privadas, él, que la tenía desde enero, le contó que estaba en su poder y se la devolvió.

En su primera declaración, Bousselham transmitió al juez y a los fiscales que lo que Iglesias le dijo es que habían intentado venderle las imágenes que había en la tarjeta como si fuesen de su pareja, que no lo era.

Este lunes ella ha ampliado ese asunto: Dice que su otrora jefe sí le puso al corriente de la intermediación de Asensio y añade que la posibilidad de que hubiese sido un intento de chantaje la dedujo ella. El ahora vicepresidente nunca habló de chantaje alguno en la Audiencia Nacional, donde destacó además, que Asensio se portó «como un caballero».

Se ocultó a la investigación sobre el robo

Hay un detalle más. Cuando se publicaron esas conversaciones privadas, Bousselham amplió la denuncia por el robo de su móvil. No dijo a los agentes que la tarjeta estaba ya en su poder, como tampoco lo hizo Pablo Iglesias. Lo explica diciendo que no le dio importancia. De acuerdo a las diversas fuentes consultadas, este asunto ha llegado a exasperar al instructor Manuel García Castellón, quien ha preguntado a la testigo si habría obrado de igual modo en el caso de que le hubiesen robado un coche: «¿Vuelve a ir a la Policía y no dice que lo ha encontrado?».

Tampoco se lo dijo a la Unidad de Asuntos Internos que investiga esta causa en la Audiencia Nacional cuando la citaron antes de que compareciese la primera vez ante el juez. Aquel día, reconoció por qué: Pablo Iglesias le había dicho que era «confidencial» y por eso, había preferido no decir nada hasta estar frente al instructor. En aquel momento, entregó la tarjeta de marras en un sobre con sello postal de Berlín y la advertencia de que estaba inservible .

Y este es el último "misterio" de su declaración en contradicción con la de Pablo Iglesias. El ahora vicepresidente consultó la tarjeta en presencia de Antonio Asensio, es decir, funcionaba . Bousselham asegura que ella no la destruyó y va a presentar al juzgado la justificación documental de que la envió a un servicio informático alemán para intentar, sin éxito, que la reparasen o extrajeran el contenido.

Sobrevuela así la duda sobre quién destruyó la tarjeta, que está completamente inservible, y por qué se ocultó que había aflorado tanto a su legítima propietaria como a la policía que investigaba el hurto y después, a la que investigaba la causa . Tal y como ha señalado el instructor cuando ha puesto punto y final a la declaración, «de momento», han terminado con este asunto, «pero sólo de momento».

Bousselham, que ahora dirige un nuevo medio de comunicación apadrinado por Podemos , ha abandonado la Audiencia Nacional sin querer hacer declaraciones a la prensa.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación