El asedio ruso arrasa la vida en Mariupol

En un escenario de pesadilla transucurre la vida cotidiana. Con los más atrevidos o los más desesperados aventurándose al exterior en busca de comida.Sin agua corriente ni calefacción ni electricidad solo el fuego ofrece algo de calor."¿De qué somos culpables?2, se lamenta una mujer.En su barrio, como en tantos otros de Mariupol, ya no hay casa donde regresar. Los edificios fueron bombardeados al igual que el teatro en cuyos sótanos se refugiaban más de mil personas. 130 fueron rescatadas y dice una joven que incluso durante el rescate les seguían disparando. Del resto nada se sabe, es difícil recibir noticias porque tampoco funciona internet ni la línea telefónica."Se ha cortado todo, toda la comunicación", nos cuenta Olga desde Barcelona. Sus padres y su abuela están en MariupolSu edificio fue bombardeado y como otras miles de persons se refugiaron en un búnker."Solo puedes estar de pie, porque hay tanta gente que no tienes donde sentarte", describe Olga.Por eso sus familiares decidieron irse a casa de unos amigos a otra zona de la ciudad, pero desde el 2 de Marzo no ha recibido ningún mensaje, ni llegan tampoco los que ella les envía. Son más de dos semanas sin noticias, en una espera angustiosa. Con entereza admirable, Olga asegura que no se permite el llanto, solo llorará, dice, cuando encuentre por fin a sus padres y abuela y que serán, entonces, lágrimas de felicidad