Artur Mas, acorralado por el Tribunal de Cuentas
Hoy vence el plazo para que el expresidente catalán y sus colaboradores depositen el resto de la fianza por el 9-N, hasta completar 5,25 millones de euros. No han reunido la totalidad, por lo que pondrán sus casas como garantía
Hoy se agota el plazo para que Artur Mas , la exvicepresidenta Joana Ortega , los exconsejeros Francesc Homs e Irene Rigau y otros cinco altos funcionarios de la Generalitat completen la fianza de 5,25 millones de euros que le impuso el Tribunal de Cuentas por los fondos desviados para la consulta ilegal del 9-N de 2014.
Según desveló ayer el expresidente catalán, no han reunido la totalidad. En su caso (su responsabilidad contable asciende a algo más de dos millones de euros) pondrá como garantía su vivienda, un lujoso piso en la calle Tuset de Barcelona . Otros denunciados también han tasado sus propiedades inmobiliarias para responder con ellas.
Los investigados aportaron 2,2 millones que provenían de la «caja de resistencia», la colecta abierta por las organizaciones independentistas Ómnium y ANC (Asamblea Nacional Catalana).El pasado día 7 entregaron otros 200.000 euros, por lo que tienen una cuenta pendiente de 2,85 millones de euros . Como avanzó ABC , el Tribunal de Cuentas les amplió el plazo para consignar esas cantidades, porque tenían «voluntad de pagar», pero no han logrado reunir la totalidad.
Mas dijo ayer en una entrevista concedida a Radio Euskadi que «ha habido miles y miles de personas que han hecho aportaciones y, gracias a eso, hemos podido hacer frente más o menos a la mitad de la fianza que tenemos en el Tribunal de Cuentas».
La fianza quedará como garantía hasta la celebración del juicio contable, y la perdetrán en caso de condena. Por otro lado, si usan el dinero de la colecta, tendrán que abonar a Hacienda el correspondiente, y muy elevado, impuesto de donación .
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