Narciso Michavila
Aprobado sin plaza
El séptimo candidato a la Moncloa de nuestra joven democracia, Pedro Sánchez, es el primero que se presenta a la oposición sin tener asegurada la plaza de presidente del gobierno. Jo se Luis Rodríguez Zapatero fue el primero que se presentó sabiendo que tendría que acudir a la repesca de la segunda vuelta porque con solo sus 169 escaños socialistas no lograría la investidura en una primera votación. Como el propio Sánchez reconoció ayer, se ha presentado al envite consciente de que tendrá que acudir a una segunda vuelta en la que con 90 diputados ni siquiera tiene garantizada la investidura.
Demostrar ante el tribunal de los diputados que se sabe la lección, permite obtener el aprobado de los propios y, como ayer hizo el líder socialista, garantizarse seguir siendo el candidato de su partido. Escenificar acuerdos con otras formaciones para intentar aumentar hasta ciento treinta los apoyos parlamentarios ayuda a reforzar la imagen de dialogo que están reclamando los electores. Pero para garantizarse la vacante de la Moncloa hay algo mucho más importante y difícil: convencer al electorado. Y fue precisamente el electorado el que le ha impedido al sucesor de Rubalcaba alcanzar la meta que aquel no logró.
A diferencia de su predecesor todo apunta a que Sánchez tendrá una segunda oportunidad antes de las vacaciones de verano.
Lo mejor: el tono de sergudiad y el dirigirse a los suyos.
Lo peor: la imagen de anteponer su interés personal al interés del partido o de España.
Nota: 5.
Narciso Michavila es sociólogo y presidente de GAD3