El aplazamiento de las elecciones catalanas alteraría el calendario del Gobierno sobre los indultos y el CGPJ
El Ejecutivo se encontraba muy cómodo porque el debate se produciría con toda seguridad después de los comicios, algo que ahora no está tan claro
El posible aplazamiento de las elecciones catalanas previstas para el 14 de febrero constituye una alteración mayúscula sobre los planes del PSC, el PSOE y el Gobierno, que son todo uno en su estrategia electoral y política a medio plazo.
Los socialistas defienden desde hace días que solo un confinamiento domiciliario, que vienen rechazando desde el otoño, sería causa justificada para proceder a un aplazamiento de los comicios . Aunque no restan gravedad a la situación de los contagios -«queda un enero por delante muy duro»-, en las filas socialistas se muestran convencidos de que la maniobra de retrasar las elecciones pretende lastrar la operación de impulsar al ministro de Sanidad, Salvador Illa, como candidato. «Es evidente que ahora no les viene bien», cuentan en el PSOE basándose en las últimas encuestas que otorgan crecimiento al PSC. En el entorno socialista creen que, pese a que creen que el momento actual les es propicio, «tampoco pasaría nada» si se produce un aplazamiento electoral que, otras fuentes, creen que solo sirve para «alargar la agonía».
Pero ayer en La Moncloa sí se reconocía incertidumbre por este escenario, aunque hasta cierto punto ya se contemplaba como la opción más factible. En el Ejecutivo se le quiere quitar trascendencia a un posible aplazamiento, pese a que la consumación del mismo hipoteca la legislatura a corto plazo. Para empezar, y en clave estrictamente catalana, el Gobierno se encontraba muy cómodo teniendo asegurado que el debate sobre los indultos a los líderes independentistas presos fuese a producirse con toda seguridad después de los comicios , algo que les daba margen para testar las posiciones de los independentistas tras la nueva aritmética que arrojasen las urnas. «Lo que sea será después de las elecciones», manifestaban en el entorno de Illa con rotundidad hace unas semanas.
Un aplazamiento cambiaría la aproximación a esta cuestión. El informe de la Fiscalía respecto de los indultos ya se conoce desde hace unas semanas. Y en cuanto el Tribunal Supremo emita el suyo, el Gobierno ya tendrá el debate encima de su mesa. Los socialistas querían, en cambio, llegar a la campaña diciendo que no era momento para abordar este debate y que se posicionarían cuando estuvieran presentados todos los informes. Este debate en campaña no lo quiere el PSC, que aspira a recuperar voto de Ciudadanos.
El retraso de las elecciones también afectaría a la relación con el PP . Y en concreto al intento para desbloquear la renovación del CGPJ y otros órganos constitucionales, algo que será muy complejo abordar en un escenario de contienda electoral.
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