Aplazado a diciembre el juicio a cuatro etarras que intentaron derribar el avión de Aznar
La Fiscalía de la Audiencia Nacional pide 72 años de cárcel para el comando que sumistró el arma: falló hasta en tres ocasiones en 2001, cuando el presidente iba al País Vasco por la campaña electoral
La Audiencia Nacional iba a juzgar este martes y el miércoles a los cuatro etarras que intentaron derribar varias veces el avión en el que viajaba José María Aznar como presidente del Gobierno en mayo de 2001, pero la Sección Primera de la Sala de lo Penal ha retrasado la vista oral hasta el 9 de diciembre al estar pendiente de que el etarra Luis Ignacio Iruretagoyena sea entregado por Francia.
La Fiscalía ha pedido penas de entre 71 y 72 años de cárcel para Luis Ignacio Iruretagoyena Lanz, Pedro María Olano Zabala, Gregorio Jiménez Morales «El Pistolas» y Juan María Múgica Dorronsoro por delitos de pertenencia a banda terrorista, tentativa de asesinato y depósito de armas .
Los cuatro formaban supuestamente parte de un «talde» etarra creado en agosto de 2000 por Iruretagoyena y que tenía la finalidad de « realizar portes y entregas de lanzamisiles , armas y explosivos para los denominados 'comandos armados', encargados de realizar los ataques terroristas».
El responsable de este «talde» era Iruretagoyena, quien «se encargaba de la financiación que obtenía de ETA, de marcar los lugares tanto de recogida como de entrega de material a los comandos armados y de mantener los contactos con los miembros de la organización terrorista ETA».
Así, indica el fiscal, ETA decidió matar a Aznar con ocasión de las elecciones autonómicas que se iban a celebrar en el País Vasco el 13 de mayo de 2001 y aprovechando los desplazamientos que tenía que hacer a esa región el entonces presidente. Para ello, la organización ordenó a los acusados que fueran a Francia a recoger material para cometer el atentado y se trasladaron a un pueblo cerca de Guethary donde una persona no identificada les entregó un lanzamisiles que luego ocultaron en un piso de la localidad guipuzcoana de Lizartza.
El 29 de abril de 2001, los acusados se desplazaron hasta un paraje montañoso de la localidad de Hernani donde depositaron el lanzamisiles camuflado con la finalidad de que un «comando armado» de la banda lo usara para atentar contra el avión de Aznar, que tenía un acto en el Palacio Euskalduna de Bilbao, cosa que no ocurrió porque el arma no funcionó bien .
Al día siguiente del acto electoral, los encausados recogieron el lanzamisiles y lo volvieron a ocultar en el piso de Lizartza, hasta que el 4 de mayo, y con ocasión de otro acto electoral de Aznar en San Sebastián, lo depositaron en una zona convenida con la banda en la localidad de Oiartzun.
Esta segunda intentona tampoco se llevó finalmente a cabo, pero la banda lo volvió a intentar en una tercera ocasión el 11 de mayo, cuando los acusados recibieron nuevamente el encargo de entregar el lanzamisiles al comando para que atentara contra el avión del presidente, que tenía un acto en Vitoria.
Como el lanzamisiles no funcionaba correctamente , los acusados lo recogieron y se lo llevaron a Iruretagoyena, quien decidió devolverlo a ETA en Francia, cosa que hicieron en la Semana Santa de 2002. En octubre de 2004 se incautó a ETA en Francia misiles tierra-aire soviéticos de los años 70 y 80 del siglo pasado, los cuales no funcionaban, relata el fiscal, porque estaban fabricados para entrenamientos, aunque uno de ellos presentaba evidencias de que se había intentado disparar.