Salvador Sostres
Andar a oscuras
«Ya tienes el amor», canta Serrat en una de sus últimas canciones más hermosas, «estate listo para andar a oscuras, para vivir solo, para dormir al raso». El Parlament ya tiene el conflicto que quería, y Carme Forcadell lo tendrá dentro de 20 días.
El independentismo sabe que no puede derrotar al Estado y su estrategia es provocarle para buscar su error, el barullo, la confusión, el caos, y que en algún momento se le vaya la mano y cobrar legitimidad por una represalia desmesurada.
El gran objetivo es hacer quedar mal a España, pillarla en un renuncio, y justificar de este modo, ante la comunidad internacional, la causa de la independencia de Cataluña con la épica de los pueblos que quieren ser libres. También Mourinho sabía que simplemente jugando a fútbol no podría jamás ganar a Guardiola, e intentó desquiciarle, y lo consiguió en no pocas ocasiones, y Pep por culpa de Mou se hizo con muchos menos títulos de los que la altura de su fútbol merecía.
El independentismo busca presentarse ante el mundo como la parte débil y pisoteada, cuando son ellos los que están pisoteando la Ley y la democracia, mientras se preparan para dar su golpe de Estado. La UE tiene sus prioridades claras con España, pero en el mundo relativista en el que vivimos sería un error gustarse más allá de lo que estrictamente prevean los cauces legales.
Los independentistas ya tienen lo que querían: el vértigo del desafío al Estado, la respuesta coercitiva, y todos los ingredientes para el victimismo. Pero por si acaso no son tan listos como pensaban, les hará bien seguir el consejo de Serrat y aprender a andar a oscuras, en la oscuridad total en la que se han adentrado.