Enquiridión

Bajas

Resulta ininteligible que se haga frente a una emergencia como la actual con un ejecutivo desunido y el apoyo/no apoyo de quienes anteponen la secesión a cualquier otra cosa.

Coronavirus España en directo

Pedro Sánchez, en directo

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, durante su comparecencia este miércoles en el Congreso EFE

Álvaro Delgado Gal

¿Qué va a quedar en pie, cuando todo haya pasado? No lo sabemos todavía, ni tal vez lo sepamos hasta que transcurra cierto tiempo. Una baja no inverosímil en el medio plazo, es la UE. Imaginen que, a lo largo de la pandemia , se verifican actos de egoísmo nacional profundamente ofensivos para otros miembros de la Unión. Sería muy difícil aplicar un parche a ese descosido. Cabe asomarse a horizontes aún más especulativos.

Pongamos que China sale a la postre infinitamente mejor parada que Europa o los USA. ¿Se interpretaría este hecho en términos sobrios, asépticos, atenidos a las circunstancias específicas del caso? Quizá, no. Quizá la crisis que ahora atraviesan las democracias liberales se acentuaría, como ocurrió con el régimen de la Restauración después del desastre de Cuba. En este momento, casi nada es impensable.

Pero vayamos a lo próximo. Vox ha quedado tocado por el disparate de Vistalegre, al que ha seguido la infección «en masse» de los cuadros directivos del partido. Muchos votantes lo tendrán en cuenta. Y está haciendo un papelón Unidas Podemos. La sucesión de escándalos empezó por el incomprensible anteproyecto de ley sobre libertad sexual, continuó con el malhadado 8-M , alcanzó un nuevo pico con la infección de Irene Montero , que la opinión identifica con la macromanifestación, dio un bote cuando Iglesias rompió la cuarentena y se personó en el Consejo de Ministros, y ha alcanzado el acmé al violar de nuevo Iglesias el aislamiento preventivo para hacer demagogia barata en una comparecencia poco explicable junto al ministro Illa. La gente no percibe lo abstruso, aunque sea importante. Pero sí lo intolerable, sea importante o no. En esta ocasión lo intolerable se ha juntado con lo importante .

El despegue del Gobierno ha sido, asimismo, penoso. No solo por su implicación en el 8-M, que debió desconvocar y que no desconvocó pese a que disponía de información sobrada para obligarse a hacerlo, no solo por el anuncio del estado de alarma, hecho veinticuatro antes de que se publicaran medidas concretas , sino porque ha terminado siendo evidente que no se hallaba preparado para lo que se le venía encima.

Del propio Gobierno sabemos que ha sido imposible, de momento, examinar los casos leves. Se explica así que la tasa de letalidad sea tan alta en nuestro país. Como solo existen medios para registrar a los enfermos con un cuadro severo, es natural que el porcentaje de fallecidos sobre el número de oficialmente afectados esté resultando superior al que se observa en muchos otros sitios. Tiempo habrá de conocer los detalles.

De todos modos, la situación de Sánchez es menos apurada que la de Iglesias. Si en el futuro consigue mejorar cualitativamente la gestión de esta tragedia, se le perdonarán muchas de sus equivocaciones. Está todavía en el aire qué va ser de su Gobierno. Los presupuestos pactados han perdido vigencia, y, con ella, la argamasa que precariamente sostiene el acuerdo parlamentario acordado entre el presidente y sus socios.

¿Agravará Sánchez la recesión ya inevitable cediendo al gasto populista que Iglesias exige para justificar su presencia en el gabinete? ¿Se confirmará el temor de que la UME está siendo apartada de Cataluña y el País Vasco? La UME se vio imposibilitada de entrar en el aeropuerto de Bilbao , y en Cataluña no ha comparecido todavía en zonas sujetas a la jurisdicción de la Generalitat.

Estas abstenciones, de perpetuarse, alimentarían la sensación de que se ha quebrado la unidad territorial del Estado. Resumiendo: resulta ininteligible que se haga frente a una emergencia como la actual con un ejecutivo desunido y el apoyo/no apoyo de quienes anteponen la secesión a cualquier otra cosa. El Gobierno se configuró forzando la lógica institucional, y la crisis ha dado relieve a lo que, desde el principio, estaba mal hecho. Pendemos de un hilo.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación