Álvarez de Toledo llama «terrorista» al padre de Pablo Iglesias y estalla una bronca en el Congreso de los Diputados

La presidenta de la Cámara Baja retira la expresión del orden del día pese a reiterar la portavoz del PP que el progenitor del vicepresidente militaba en el FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota)

El padre de Pablo Iglesias, un militante del FRAP según su hijo

La diputada llevaba un artículo de Iglesias en el que decía que su padre militó en el FRAP Efe / Vídeo: ABC Multimedia
Juan Casillas Bayo

Juan Casillas Bayo

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La interpelación de la portavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo , al vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias , sobre los acuerdos políticos del Ejecutivo con el «nacionalismo radical» ha quedado ensombrecida. Un cruce de acusaciones en su conclusión ha obligado a intervenir a la presidenta de la Cámara Baja, la socialista Meritxell Batet , cuya resolución del conflicto ha provocado las protestas de los populares.

El debate ideológico estaba siendo intenso, con pullas sobrevolando el hemiciclo en una y otra dirección, pero todo ha quedado enrarecido cuando la diputada popular ha llamado «terrorista» al padre del vicepresidente Iglesias. Este, continuamente, se estaba dirigiendo con intención a la portavoz del PP como «señora marquesa», tratando de deslegitimar su discurso por su título nobiliario.

En el final su réplica, Álvarez de Toledo no ha querido dejar en el tintero el mordaz tono del vicepresidente, muchísimo más duro hoy en la sesión de control con el PP que en anteriores ocasiones. Cualquiera diría que, como él mismo ha insistido a lo largo de su intervención, le está «tendiendo la mano» a los populares.

«Vamos a hablar de la aristocracia. Ha hecho referencia a mi título de marquesa. Los hijos no somos responsables de nuestros padres, por eso se lo voy a decir por primera y última vez: usted es el hijo de un terrorista. A esa aristocracia pertenece usted, a la del crimen político», ha concluido Álvarez de Toledo, justo cuando agonizaba su tiempo de réplica al vicepresidente segundo.

«Ha cometido un delito»

Iglesias, en su contrarréplica y en el turno que cerraba el debate, ha fingido restarle importancia a las palabras de la portavoz popular para amenazarla a continuación con llevar sus palabras ante la Justicia: «Señora marquesa, si piensa usted que llamando terrorista a mi padre me va a provocar, se equivoca. Usted acaba de cometer un delito aquí. Solo alguien con título nobiliario es capaz de creerse con la impunidad de poder llamar terrorista a alguien y que le salga gratis. Invitaré a mi señor padre a que ejerza las acciones oportunas».

Iglesias ha continuado con su intervención unos minutos más, pero la atención ya estaba en otra parte. El rifirrafe político, en el que Álvarez de Toledo ha acusado a Iglesias de ser «el embajador de ETA-Batasuna» en el Gobierno por el pacto de la semana pasada con EH Bildu , o en el que este le ha echado en cara el «patriotismo» tras los casos de corrupción del PP , ha quedado en un segundo plano.

Polémica decisión de Batet

Nada más concluir el vicepresidente, Batet se ha visto obligada a intervenir y le ha preguntado a la diputada si deseaba retirar del orden del día su acusación de «terrorista» al padre del secretario general de Podemos . «Su padre, como bien dice el señor Iglesias en este artículo, era un militante del FRAP (Frente Revolucionario Antifascista y Patriota)», se ha limitado a decir Álvarez de Toledo.

Unas palabras con las que Batet ha entendido que la diputada popular estaba retirando la palabra «terrorista» del orden del día, por lo que ha pedido a las taquígrafas del Congreso que hiciesen lo propio. «¡No! ¿Por qué?», ha protestado Álvarez de Toledo, sin hacer cambiar de opinión a la presidenta de la Cámara Baja.

La determinación de Batet ha provocado la indignación de la bancada popular y también de diputados de Vox, entre ellos el vicepresidente cuarto de la Mesa del Congreso, Ignacio Gil Lázaro , que se ha puesto en pie a protestar y ha terminado abandonando el hemiciclo por su propia voluntad. «Señor vicepresidente, desde la Mesa le ruego que ejerza su cargo institucional», ha exigido entonces Batet, que ha tenido que acallar poco a poco los manotazos sobre sus escaños de los diputados populares, a modo de protesta.

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