Necrológica

Agustín Muñoz-Grandes Galilea: Un referente como militar

Ejerció su profesión con dedicación y espíritu de sacrificio, amor al servicio y constante deseo de ser empleado en las ocasiones de mayor riesgo y fatiga

EL pasado día 8 de abril falleció Agustín Muñoz-Grandes Galilea, ¡un soldado!

Una persona de honor, cuya vida estuvo guiada por su profundo amor a España y por su apasionada vocación militar.

En su condición de soldado sirvió a su Patria, obrando siempre en conciencia, practicando los valores que, sin ser patrimonio de la milicia, se reconocen como castrenses o militares.

Honor, valor, lealtad, sacrificio, compañerismo, humildad, generosidad, liderazgo, disciplina, valores que emanan de las cuatro virtudes cardinales: prudencia, justicia, fortaleza y templanza.

De su práctica, Agustín hizo un modelo de comportamiento, un patrón de conducta.

Siempre cumplió, sin reserva alguna, con las obligaciones que dictan las Reales Ordenanzas para las Fuerzas Armadas. Se hizo querer y respetar. Actuó con disciplina, valor, obediencia y exactitud en el servicio. Ejerció su profesión con dedicación y espíritu de sacrificio, amor al servicio y constante deseo de ser empleado en las ocasiones de mayor riesgo y fatiga. Jamás se contento con hacer lo preciso de su deber, mejorando siempre por su propia voluntad. Se esforzó por alcanzar el más alto nivel de competencia profesional. Reafirmó su liderazgo por el prestigio adquirido con su ejemplo, preparación y capacidad de decisión.

Mi relación con Agustín ha sido de una distante cercanía, porque siempre lo he considerado un referente como militar, digno heredero del legado de su padre, el capitán general Muñoz-Grandes, con quien tuve más relación.

Recuerdo que con ocasión de mi visita a la base aérea de Reus, hace años, el coronel de la Armada de Aviación, jefe de la Base, me relató una experiencia vivida por él estando destinado en el Sahara Occidental. Un día presenció que el entonces comandante Muñoz-Grandes, al descubrir la situación comprometida de una unidad de nuestras fuerzas, descendió de su helicóptero para acompañar a los sitiados hasta conseguir su liberación.

El citado jefe de la Base, añadió que hasta entonces Agustín era el hijo del capitán general, y, a partir de este hecho, fue el comandante Muñoz-Grandes.

El teniente general Agustín Muñoz-Grandes ha mantenido su voluntad de vencer, teniendo, siempre su corazón al otro lado del obstáculo.

Agustín, mi general, es un honor llevar tu apellido.

Luis de Grandes Díez

Coronel Honorario Caballería (R). Diplomado Estado Mayor.

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