Las agresiones sexuales de menas hacen temer brotes de xenofobia en Cataluña
Un detenido y 4 heridos en el asedio a un centro de menores extranjeros en El Masnou
Las violentas protestas registradas estos últimos días en Cataluña ante una concatenación de agresiones sexuales supuestamente protagonizadas por menores extranjeros no acompañados (menas) ha disparado las alarmas en instituciones y entidades sociales ante el riesgo de brotes xenófobos. El último incidente, el asedio a un centro de menores de El Masnou (Barcelona), acabó con un detenido y cuatro heridos leves. Se había convocacado una protesta contra al intento de agresión sexual en la localidad cometida por un menor extranjero, que fue repelido por sus propios compañeros. Sucedía pocos días después de que en la cercana localidad de Canet de Mar (Barcelona) otros dos menores tutelados fueran acusados de una agresión a otra joven.
Las instituciones intentan movilizarse para tratar de atajar esta deriva . Se han sucedido las reuniones entre mandos de los Mossos d’Esquadra, del Ayuntamiento de El Masnou y representantes de la Dirección General de Atención a la Infancia (DGAIA) de la Generalitat. Y ayer, en una rueda de prensa, el consejero catalán de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia, Chakir el Homrani, atribuyó a «grupúsculos de extrema» derecha este asedio al albergue de la localidad donde viven varios menores extranjeros tutelados por la Generalitat.
Los enfrentamientos se produjeron el jueves por la noche a las puertas del albergue Josep Maria i Roca, de esta población barcelonesa. Allí se dio cita un grupo de personas para mostrar su rechazo a la presencia de menores extranjeros en la localidad, y otro grupo respondió concentrándose para tachar a los primeros de racistas.
Algunos de los que protestaban contra los menores extranjeros, entre los que se encontraba al menos un miembro de Vox, trataron de acceder al albergue, perimetrado por agentes de los Mossos d’Esquadra, viviéndose momentos de tensión. Algunos eran vecinos de la localidad y otros habían acudido de fuera del municipio, según explicó el alcalde de El Masnou, Jaume Oliveras . Como respuesta, varios de los menas, que estaban dentro de las instalaciones, subieron al tejado del edificio, desde donde hicieron gestos obscenos hacia estos manifestantes. Fue durante este episodio cuando los Mossos detuvieron a una persona acusada de atentado contra agentes de la autoridad, y otras cuarto resultaron heridas leves, teniendo que ser atendidas por sanitarios del Sistema de Emergencias Médicas (SEM). Los enfrentamientos se reprodujeron luego ante el Ayuntamiento, donde los dos grupos tuvieron que ser separados otra vez por un cordón policial.
El suceso que desencadenó las manifestaciones y contramanifestaciones fue la detención, el pasado 30 de junio, de un menor tutelado acusado de tocamientos y de intentar violar a una chica de madrugada en una calle de El Masnou, si bien los acompañantes del mena le recriminaron su actitud y se lo llevaron antes de que cometiera la agresión. Se daba la circunstancia de que dos día antes, el 28 de junio, otros dos menores, en ese caso de Canet de Mar (Barcelona), fueron acusados de una agresión sexual a una joven mayor de edad de ese municipio.
La respuesta al intento de agresión de Masnou fue calificado por el consejero Homrani como «muy grave» al haberse «traspasado una línea roja» por parte de un grupo, dirigido, según él, por la extrema derecha. Aseguró que las instituciones no permitirán la «estigmatización» de un colectivo como son los menores no acompañados. «Actuaron en un espacio público de protección social, donde se protege a un colectivo vulnerable formado por menores y donde se ha intentado entrar y agredir a los chicos y a sus educadores», añadió el consejero catalán. Tanto la Generalalitat como el Ayuntamiento quieren personarse en la causa contra estos manifestantes por unos hechos que tipifican como delitos de odio, amenazas y desórdenes públicos, entre otros. E l alcalde de El Masnou pidió a los Mossos que refuercen su presencia en la localidad ante el riesgo de nuevos disturbios.
El rechazo a los menas se había vivido anteriormente en otros municipios catalanes. En Rubí (Barcelona), a mediados de mayo, también se sucedieron protestas por la intención de la Generalitat para menores no acompañados en la localidad . La recepción, acogida e inserción de los menores extranjeros es una cuestión muy compleja, que deberán abordar de forma conjunta todas las administraciones.
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