Las aglomeraciones empañan la victoria del Atleti

Hoy la capital amanece tranquila después de los excesos en la celebración del Atlético de Madrid. Los jugadores recibieron ayer el trofeo tras ganar su liga número 11. En el Wanda, los ganadores levantaban la copa ante una hinchada eufórica. Tan eufórica que olvidaba la distancia social. Ayer el orgullo atlético colapsó la Castellana. Toda una caravana rojiblanca desfilaba en procesión hacia Neptuno. Nada que ver con las imágenes del sábado, en las que una multitud abarrotaba la fuente y las inmediaciones. La alegría desbordada daba paso a algún que otro botellón. Los altercados se sucedieron, no sólo en Madrid. En Valladolid, tras el partido, los jugadores se olvidaban del protocolo para abrazarse a los aficionados que les esperaban fuera del estadio. Un encuentro que terminaba con cargas policiales. Celebraciones que terminaban con 7 personas hospitalizadas. Aunque, sin duda, el suceso más trágico ocurría en la capital. Un menor de 13 años fallecía tras impactar contra el muro de un aparcamiento. Celebraba desde el coche, con el cuerpo fuera de la ventanilla.