Abascal replica a Iglesias tras sus palabras sobre los escraches: «No mandes sicarios. Ven tú»

Los dirigentes de Vox Santiago Abascal e Iván Espinosa de los Monteros han replicado a Pablo Iglesias que será responsable de lo que suceda en sus domicilios después de que el vicepresidente haya dicho que «mañana» puede haber gente de izquierdas «manifestándose enfrente del apartamento de Ayuso, de la casa de los Espinosa de los Monteros, de la casa de Abascal».

Iglesias ha señalado que el clima de tensión podría propiciar el error de que la gente entendiese que la forma de protestar es ir a su casa o a la de «Ayuso, Abascal, o Espinosa de los Monteros» y ha pedido garantizar el derecho a la manifestación pero sin crispación.

El líder de Vox, Santiago Abascal, le ha retado a ir él mismo a su casa en lugar de «mandar sicarios». «La amenaza es tu forma de hacer política. Antes como 'antisistema' y ahora como vicepresidente pero has sido tú y solo tú el que se ha dedicado a promover los escraches domiciliarios. Actúas como un matón y como un criminal», ha escrito en Twitter Santiago Abascal.

«Ya que prefieres ejercer de matón, como has hecho tantos años, en vez de vicepresidente de todos los españoles, al menos no mandes sicarios. Ven tú », ha espetado.

Abascal cree que el vicepresidente del gobierno ha amenazado con sus palabras «con mandar a su partida de la porra» a las casas de los líderes de Vox, y ha añadido: «En mi tierra ya me lo hicieron sus amigos de ETA. Y aquí estamos».

«El problema es que esto se puede generalizar y esto va a terminar ocurriéndole a otros líderes políticos. Hoy es gente de derechas manifestándose en la puerta de mi casa. Mañana será gente de izquierdas manifestándose enfrente del apartamento de Ayuso, de la casa de los Espinosa de los Monteros, de la casa de Abascal...», ha avisado Iglesias, que cree que también podrían sufrir situaciones como esta periodistas o líderes de opinión. «Esto se sabe dónde empieza pero no dónde acaba», ha añadido el vicepresidente, que en el pasado se había referido a esta práctica como «jarabe democrático de los de abajo».