Abascal ajusta cuentas con Casado en Cataluña

Santiago Abascal estaba esperando el momento oportuno para devolverle a Pablo Casado la afrenta que considera que sufrió en el debate de la moción de censura , cuando el líder del PP rompió abruptamente con el presidente de Vox.

El golpe inesperado que sufrió Abascal, que no se esperaba la reacción del dirigente popular, le dejó noqueado. Él mismo mostró su sorpresa porque las palabras de Casado hacían ya irreconciliable la unidad de la derecha.

Abascal esperaba la ocasión de ajustar cuentas con Casado y la encontró en las elecciones catalanas, donde su mensaje de defensa de España y de unidad nacional ha calado más que el del Partido Popular. Era su momento, y lo ha sabido aprovechar. El líder de Vox preparó una campaña polarizada , en un ambiente de enfrentamiento total con el independentismo, en el que se mueve con mayor soltura que el dirigente popular.

La violencia desatada por el independentismo contra los actos de la campaña electoral de Vox, con agresiones a sus dirigentes , despertó a la derecha constitucionalista, cansada ya de las provocaciones de los secesionistas. El voto a Vox le ha sido más útil para mostrar su rechazo a este n acionalismo violento y agresivo, que la derecha moderada que representa el PP.

El éxito sin palativos de Abascal en Cataluña le permite volver a la disputa del liderazgo de la derecha, que ostenta Casado. Abascal ha vuelto a recuperar el t erreno perdido y podrá agarrarse a este sorpasso autonómico para hablar de tú a tú con Casado.

Con este éxito sobre el PP, afronta con mayor solvencia las próximas citas electorales, sobre todo la andaluza. Además, tensará la cuerda en la negociación presupuestaria en Madrid y Murcia. La incógnita de estos históricos resultados es si pueden extrapolarse al resto de España. Cataluña es un territorio abonado para Vox, pero en otras zonas como Galicia, no existen.