Ábalos desencadenado: de negar la reunión a sellar «una crisis diplomática»
Las cinco versiones del ministro alimentan las sospechas en torno a su encuentro secreto en Barajas con la «dos» de Maduro
El ministro de Movilidad y secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos , se ha colocado en la picota con su extraño encuentro con la vicepresidenta del gobierno venezolano, Delcy Rodríguez , del que ha dado hasta cinco versiones retocadas que han disparado todas las sospechas sobre qué hacía en Barajas pasada la medianoche del domingo entrevistándose con mandatarios de Nicolás Maduro . Ábalos ha pasado de negarlo todo, con mofas a la prensa, evasivas y una actitud chulesca -«¡No me echa nadie!»- a terminar reconociendo una reunión de casi media hora gracias a la cual ha «evitado una crisis diplomática»...
Éste ha sido el relato atolondrado del «affaire» Ábalos, teñido de medias verdades y mentiras absolutas, que sigue sin esclarecerse y por el que la oposición le exige cuentas ante el Parlamento; a lo que el ministro, claro, se resiste: «Ya veremos si lo hago» .
Negación absoluta y mofas a la prensa
El jueves el diario «Vozpopuli» informa del encuentro de Ábalos y la vicepresidenta de Maduro en el aeropuerto. El ministerio de Movilidad desmiente sin éxito la publicación, que corre como la pólvora. Según el equipo de Ábalos, no hubo reunión ninguna. El ministro fue a Barajas a medianoche del domingo para recoger a su amigo, el ministro venezolano de Turismo, Félix Plasencia , con el que tenía una reunión al día siguiente en el Ministerio.
Ábalos se halla en Córdoba cuando salta toda la polémica y trata de esquivarla con mofas a la prensa: «Que si me reúno con uno de Venezuela o no... Importantísimo, ¿eh? Temas fundamentales para la sociedad. No vamos a entrar».
Pero vaya si entró. Al terminar el acto socialista, acorralado por los periodistas, se encaró a quienes le exigían aclarar el episodio de Barajas: «Ya he contestado, ¿eh? me reuní con el ministro de Turismo. ¿Quiere usted saber cuándo me he reunido con la oposición venezolana?, ¿le interesa? Pues como una docena de veces. ¿Quieres saber de qué hablamos? No, yo me reuní con el ministro de Turismo», aseveró muy molesto.
Contacto «fortuito»
Su nervios le delatan . En privado, empiezan los cambios de guion. Según Ábalos, él no sabía que en aquel Falcon que traía a su amigo el ministro de Turismo también viajaba la número dos de Maduro... Al final sí reconocería que el propio ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska , le avisó de ello y le recordó que no podría bajar de la aeronave.
De la negación absoluta del encuentro Ábalos pasa a admitir un contacto «fortuito», con la mandataria del régimen chavista, casi por casualidad. Mantuvo, según su equipo, «un saludo forzado por las circunstancias». Coincidieron dentro de la aeronave, y claro, se vieron «unos minutos». Pero nada formal...
«La saludé. Nada más»
Es viernes y se siguen añadiendo capítulos al culebrón. Según Ábalos, su amigo el ministro venezolano le pidió que por favor saludara a su jefa. «Estaba de tránsito y el ministro de Turismo me dijo que si me importaba saludarla. En esas circunstancias no sé cómo reacciona cada uno pero, en mi caso, la saludé. Nada más. Al margen de recordarle que lamentablemente no podía pisar territorio español», aseguró el dirigente del PSOE desde La Coruña. Aunque insistió en que su encuentro «no fue largo» y que «ni hubo reunión ni pisó territorio español».
«20-25 minutos»
Tal vez el hecho de que fuera medianoche y los nervios de reencontrarse con su amigo despistasen al ministro español, que el fin de semana siguió dando tumbos con sus versiones cambiantes. El «saludo forzado» resultó al final en una conversación de «20-25 minutos», según reconoció anoche en La Sexta . Pero que no hablaron de nada en particular, sino que le convenció para que no bajara de la aeronave porque tenía prohibido pisar suelo español debido a las sanciones de la UE sobre el régimen de Maduro.
«Subí al avión, me la presentaron, le dije que era una situación un poco violenta. No abordé con ella absolutamente ningún tema. Si yo quisiera reunirme, hay otros sitios», afirmó obviando con desparpajo lo delicado de su situación.
«Un servicio al país»
Pero Ábalos tiene la coartada del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, según la cual se fajó para «evitar una crisis diplomática» . «No he hecho mal, en todo caso le he hecho un servicio al país», resumió anoche en La Sexta Ábalos, quien negó que deba más explicaciones al Parlamento como pretende la oposición. «No tengo ningún motivo para comparecer en el Parlamento... Ya veremos si lo hago». Y remató la semana relanzando su desafío particular: «¡No me echa nadie!»