Los 5 años de Iglesias en el Congreso: de «la cal viva» y los rifirrafes con la prensa a mandar callar a la oposición
El secretario general de Podemos llegó hace cinco años a la Cámara Baja y hace un año y pocos meses que se convirtió en vicepresidente segundo del Gobierno ocupando el escaño azul, ahora entrega su acta para presentarse a las elecciones madrileñas
Pablo Iglesias se despide con el sambenito de un discurso provocador y con una hemeroteca cargada de polémicas intervenciones parlamentarias. Este jueves fue su última votación en el Congreso de los Diputados. Su discurso agresivo contra el Partido Popular estuvo presente hasta en sus últimas declaraciones parlamentarias. En los últimos meses, Iglesias ha llegado a mandar callar a los diputados del PP «cuando hable un vicepresidente del Gobierno», ejerciendo de miembro del Ejecutivo y de presidente de comisión parlamentaria. A pesar de que hace cinco años se especulaba con que su entrada en las instituciones les moderaría , el secretario general de Podemos ha seguido fiel a su estilo combativo e incendiario. Aunque ya no improvisa ruedas de prensa con los redactores sentados en moqueta parlamentaria...
Iglesias registró este jueves por la mañana la renuncia al escaño que defiende desde que llegó al hemiciclo en 2016 para participar en los comicios del 4 de mayo. Aunque hasta este viernes su baja no tendrá efectos. Hace cinco años, su partido irrumpió con 71 diputados en el Parlamento y rompieron décadas de bipartidismo. Hace un año y pocos meses lograron otro hito: formar parte del primer Gobierno de coalición en democracia en España.
En estos últimos años, Iglesias pasó de acusar a los socialistas de estar «manchados de cal vida» a gobernar con ellos para garantizar la supervivencia de Podemos. Pedro Sánchez era el líder de la oposición en 2016 y en un Pleno Iglesias le espetó que era Felipe González , «el que tiene las manos manchadas de cal viva», el que le estaba impidiendo gobernar con ellos. Sánchez le quitó la mirada y negó con la cabeza después de escuchar la frase . El Congreso estalló en rumores, gritos y quejas de los diputados del PSOE y también de otros grupos parlamentarios. A día de hoy, todavía hay políticos que lo recuerdan como unas de las palabras más duras y de los momentos más tensos en el Congreso de los últimos años.
Ser el líder de la tercera fuerza parlamentaria le volvió atrevido. Aquel año, Iglesias había convocado una rueda de prensa en el Congreso, escoltado por su núcleo duro, para exigirle a Sánchez un Gobierno de coalición donde él fuera el vicepresidente y Podemos encabezara los ministerios de Economía, Defensa, Interior, Educación, Justicia y Plurinacionalidad . También pedía el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) y la gestión de RTVE . El plan fracasó.
Ayer se despidió con una subida de la escalada verbal. Desde que llegó a la Cámara baja, el líder de Podemos llama «delincuentes» a los dirigentes del PP casi de manera sistemática. Al expresidente del Gobierno Mariano Rajoy se lo repitió en varias ocasiones durante sus enfrentamientos. Y ayer lo volvió a repetir con el actual líder del PP, Pablo Casado , y su número dos, Teodoro García Egea . Los aires de precampaña estimulan en Iglesias embestidas constantes contra Díaz Ayuso, de quien ha dicho que «entrará en la cárcel» porque «levantarán las alfombras» de los populares cuando Gobiernen en Madrid y «a lo mejor son imputados como lo fueron otros del PP y terminan en la cárcel».
También tuvo rifirrafes con periodistas y medios de comunicación no afines. En una charla en la Universidad Complutense al principio de su carrera como político llegó a señalar con nombre y apellido a un periodista de «El Mundo» y durante una rueda de prensa a otra redactora que le hacía una pregunta le espetó: «Precioso abrigo de piel trae usted» . Sus críticas a las informaciones de los periódicos no favorecedoras pueden comprobarse en sus redes sociales, aunque menos desde que es vicepresidente. Eso sí, el año pasado, desde la sala de prensa del Consejo de Ministros de La Moncloa, Iglesias pidió «naturalizar» el insulto en redes sociales a periodistas y personas públicas. Lo que le costó un par de reprimendas de la Asociaciones de Periodistas de España (FAPE).
Durante los actos de conmemoración del fracaso del 23-F en la Cámara baja, el vicepresidente segundo no aplaudió el discurso de Felipe VI ni el de la presidenta del Congreso, que elogió el papel de Juan Carlos I, padre del monarca, durante el intento fallido de golpe de Estado en 1981. Sus desplantes al Rey son conocidos y ensayados desde 2016 . Solo le ha aplaudido en su discurso en la apertura de la XIV Legislatura del Congreso, cuando entraron a formar parte del Ejecutivo.
El vicepresidente segundo también protagonizó el año pasado un encontronazo con el portavoz parlamentario de Vox, Iván Espinosa de los Monteros , en la comisión de reconstrucción económica del coronavirus. Iglesias se refirió a los diputados del partido de Santiago Abascal de la siguiente forma: «Creo que a ustedes les gustaría dar un golpe de Estado, pero no se atreven» . Espinosa de los Monteros se fue de la comisión. «Cierre al salir» , le gritó con burla y sonrisas Iglesias. Llamativa y criticada fue también la flexibilidad del presidente del órgano, el socialista Patxi López , con el líder de Podemos.