anécdotas históricas del congreso
Las últimas horas de Prim en los pasillos del Congreso
Varios diputados de partidos opositores le pidieron prudencia la tarde del atentado, poco antes de abandonar el Parlamento
Benito Pérez Galdós explica en sus «Episodios Nacionales» (España Trágica, XXVII) cómo fueron los últimos minutos del general Prim en el Congreso de los Diputados, la tarde en que sufrió el atentado de la calle del Turco , que luego resultó mortal. Prim había luchado muy duramente por la restauración monárquica en España, buscando un rey entre los posibles candidatos que se adaptara a las necesidades del país. Y había sido elegido Amadeo de Saboya, que ya viajaba hacia España. Pero oscuros intereses se alinearon con la intención de alterar el curso de la historia.
Explica Pérez Galdós cómo a Prim le habían advertido claramente de las intenciones criminales que algunos sectores abrigaban contra él, y cómo él no quería hacerles caso, ya que las consideraba «conspiraciones de opereta» . Pero sus amigos si que las consideraban, y por eso algunos le acompañaban a la Cámara Baja armados de revólver, y no se separaban de él cuando salía al pasillo curvo del Congres o -lo que ahora se conoce popularmente como «la M-30»- a fumar un cigarrillo -una actividad entonces permitida-.
No sólo sus amigos: también los diputados de partidos opositores le advirtieron y pidieron que tomara precauciones. Salió entonces, con varios colaboradores y con Sagasta y Herreros de Tejada , que iban con él al Ministerio de la Guerra. Todos salieron por la puerta del Congreso que da a la calle de Floridablanca. Hacía frío; se marcharon en la berlina de Prim -aunque Sagasta y su acompañante recordaron otro compromiso y se bajaron- y el general partió con sus ayudantes.
Al entrar en la calle del Sordo, vieron a un hombre que encendía un cigarro en la niebla. A los pocos segundos, al entrar en la calle del Turco, otro fumador... El ayudante personal del general, Nandín, sentado a su lado, presintió el p eligro . La berlina se paró: otro coche sin conductor obstaculizaba la marcha. Comenzaron los disparos. Era el 27 de diciembre. El 30, moría Prim a consecuencia de las heridas recibidas.