El ADN lleva, 18 años después, hasta el violador y asesino de Eva Blanco

De origen marroquí se marchó a Francia en 1999 y fue detenido ayer en el país vecino

El ADN lleva, 18 años después, hasta el violador y asesino de Eva Blanco

pablo muñoz/cruz morcillo

Dieciocho años después, tras miles de horas de trabajo callado, la Comandancia de la Guardia Civil de Madrid ha conseguido lo que ya parecía imposible: la detención del presunto autor de la violación y asesinato de Eva Blanco, de 16 años, perpetrado el 20 de abril de 1997 en Algete , junto a una rotonda de la M-100, en el paraje Las Pesqueras, durante una madrugada atroz en la que llovía a cántaros y la oscuridad era casi total... El sospechoso fue detenido en la localidad francesa de Pierrefontaine Les Varans. Se llama Ahmed Chelh Gerj, de 52 años; tiene nacionalidad española aunque nació en Taza (Marruecos) , está casado y tiene dos hijos. Se marchó de España en 1999.

Han sido más de 100 las líneas de investigación que se han seguido, más de 1.500 las personas investigadas y nunca, ni en los momentos en los que parecía que nada quedaba ya por hacer, han cesado las gestiones. Era una espina clavada para los hombres y mujeres que han pasado por la Comandancia de Madrid desde el momento del crimen pero ayer, a las dos y media de la tarde, por fin se la sacaron. No era solo un alivio para ellos; los padres de Eva Blanco, Manuel y Olga, que fueron informados de inmediato de la detención, también pudieron respirar aliviados. El arresto no apaga su dolor, pero al menos les cabe el consuelo de que se va a hacer justicia .

En la investigación, muy difícil por la ausencia de testigos y por la lluvia, que destruyó muchas pruebas, hubo dos hitos: el primero, los resultados del trabajo del Instituto de Ciencias Forenses de la Facultad de Medicina de Santiago de Compostela , que gracias a las nuevas técnicas de análisis de ADN pudo determinar que el asesino era un varón de origen norteafricano; el segundo, la última toma de muestras de ADN realizada por el Servicio de Criminalística de la Guardia Civil, donde saltó el primer elemento de coincidencia.

Para entender el desarrollo de la investigación hay que remontarse a las horas posteriores al crimen, cuando la autopsia reveló tanto la causa de la muerte -20 puñaladas en la cabeza, cuello y espalda de la joven-, como que había sufrido una violación bucal. En ese momento ya se obtuvieron muestras de ADN del criminal, pero los cotejos que se hicieron con las bases de datos y con los de cientos de personas fueron negativos.

Los avances técnicos, como se ha explicado, prestaron un servicio impagable en la resolución del caso, porque permitieron determinar que el asesino era del norte de África. Ante esa constatación, los agentes decidieron que merecía la pena investigar a todos y cada uno de los hombres de ese origen residentes en Algete, Ajalvir y Cobeña, para lo cual utilizaron los censos de 1997. Había unos 300.

Los primeros en ser estudiados fueron aquellos que tenían antecedentes policiales o de los que se tenía constancia de que tenían comportamientos violentos. También que tuvieran una edad de entre 30 y 40 años en el momento de los hechos, porque la huella del número 42 del asesino que quedó marcada en la tierra mojada del talud donde fue asesinada Eva era de un mocasín; es decir, propia de un adulto. Todas las gestiones fueron en vano.

La Guardia Civil no desfalleció y en marzo de 2014, con el testimonio de una persona que dijo haber visto aquella noche a un hombre acercarse a un Renault 18 en las proximidades de donde se perpetró el crimen, confeccionó un retrato robot. Sin embargo, la pista definitiva había surgido algo antes, hace año y medio, en la última toma de muestras de ADN. Aquellos análisis revelaron que una de las personas a las que se recogió una muestra tenía dos hermanos cuyo perfil genético era compatible con el individuo que había violado y asesinado a Eva Blanco . Al primero, afincado en Andalucía, se le descartó tras ser investigado.

El cerco se estrechó sobre el segundo. Se comprobó que, en efecto, en 1997 residía entre Algete y Cobeña; trabajaba en unos viveros junto a la M-100, por lo que conocía bien la zona; se había marchado de España en 1999, cuatro años después de haber llegado a nuestro país y obtener la nacionalidad; e incluso se supo que, al parecer, había tenido algún episodio violento de índole sexual. Se llamaba Ahmed C.G., tiene 52 años, y en el momento del crimen 34. Cuadraba, pero había que cerrar el círculo.

Es entonces cuando se pide la ayuda de la Gendarmería Nacional Francesa, que una vez más colaboró de forma decisiva. Finalmente, a las dos y media de la tarde Ahmed era arrestado en virtud de una Orden Europea de Detención y Entrega emitida por el Juzgado de Instrucción 4 de Torrejón de Ardoz y ejecutada por la Cour d’Appel de Besançon. Estaban presentes guardias civiles; uno de ellos investigó desde el primer día.

El móvil fue una agresión sexual y Eva fue asesinada cuando intentaba huir. Tan simple y tan duro. Ahora sí, descansa en paz .

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