Ningún familiar pidió estar presente en el juicio de Asunta
El proceso arranca hoy, pero los padres de la menor asesinada declararán el jueves
El salón de bodas de los juzgados de Santiago abrirá hoy sus puertas para acoger la primera jornada de uno de los juicios más esperados de los últimos tiempos . Esta primera sesión no tendrá carácter público y a ella no asistirán -por petición expresa- ninguno de los dos acusados por el crimen de la pequeña Asunta. Por otro lado, ningún familiar ni allegado de los acusados ha solicitado estar presente a lo largo del juicio para apoyarlos.
La mañana de hoy se dedicará a realizar la última selección del jurado popular, que pasará de treinta candidatos a los once definitivos. Será el azar el que decida quiénes serán los ciudadanos que valoren el grado de culpabilidad que los padres de la menor tuvieron en su prematura muerte. Una vez resuelto este paso, todos los focos se posarán sobre Rosario Porto y Alfonso Basterra , en prisión preventiva desde hace dos años.
Los acusados por el asesinato de Asunta se sentarán en el banquillo por primera vez mañana miércoles. Lo harán para asistir a las cuestiones previas, aclaraciones formales sobre el proceso que en este caso podrían ocupar toda la sesión. De ahí que la declaración de Porto y Basterra quedase fijada para el jueves, primer día en el que el tribunal del jurado podrá oír sus versiones sobre qué sucedió en las horas previas al fallecimiento de la niña. Al testimonio de los padres de Asunta se le dedicarán dos sesiones de juicio completas (la del jueves y la del viernes). Llegados a este momento clave del proceso, las estrategias de los letrados de Porto y Basterra quedarán al descubierto.
Del primero de ellos, el penalista José Luis Gutiérrez Aranguren, se espera que se aferre a la autopsia que pone en duda la data de la muerte para dar una coartada horaria a su clienta, que a la hora del óbito estaría en comisaría denunciando la desaparición de la niña, según su teoría. Aranguren también azuzará de nuevo la figura del bautizado como «hombre del semen» -su ADN apareció en la ropa de la menor- para sembrar en el jurado la duda razonable. Menos evidente es la estrategia de la abogada del padre de la menor, Belén Hospido, que desde que aceptó la defensa de Basterra ha optado por callar. Su cliente parte con una ventaja sobre Porto, la de que ninguna cámara lo grabó ese día fuera de casa. Sin embargo, el periodista sí tendrá que enfrentarse al testimonio de una amiga de la niña que dice que esa tarde lo vio en la calle con Asunta.
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