Las tres versiones del crimen de Asunta

Asunta Yong Fang habría cumplido 15 años el próximo miércoles. Ese día, sus padres estarán sentados ante un juez y once jurados, acusados de asesinarla

Las tres versiones del crimen de Asunta efe

cruz morcillo

Asunta Yong Fang habría cumplido 15 años el próximo miércoles. Ese día, sus padres estarán sentados ante un juez y once jurados, acusados de asesinarla

1

Rosario Porto, madre de Asunta Basterra efe

La madre: «Podía parecer que la dejaba tirada»

Rosario Porto, en prisión desde septiembre de 2013, declaró dos veces ante el juez instructor José Antonio Vázquez Taín. Sus versiones han sido diferentes enfrentadas a algunas pruebas como una cámara que la grabó con la niña en el coche. Su defensa defiende su inocencia absoluta.

«Tomé lo que me puso él»

«A mí me dio Alfonso la medicación. Yo tomé lo que me puso allí encima. Lo que llevé seguro fue el Prozac». Esta fue la respuesta de Porto al preguntarle el juez qué bebió Asunta en la comida que compartieron los tres en casa del padre (donde fue drogada con Orfidal según la acusación), el día del crimen. Luego tras jugar a las cartas, «Asunta se fue andando primero, porque yo tenía que hablar unas cosas con su padre y para fumarme un pitillo».

«Soy muy despistada»

Porto aseguró en su denuncia que salió de su casa sola a las 19.30 pero al saber que estaba grabada más de una hora antes pasando con su coche y la niña al lado en dirección a la casa familiar de Teo admitió que fue recomponiendo las horas en los siguientes días. Lo ocultó. «Podía parecer que yo dejaba a la niña tirada o cualquier cosa. Es que soy muy despistada». Aseguró en su primera versión que tampoco contó a Alfonso que llevó a Asunta con ella aunque luego, dice, la trajo de vuelta a Santiago y ya no la volvió a ver.

No entró en Teo

Asunta murió entre las 18.33 y las 20.00 horas, según la autopsia. La hora más probable son las siete. Según Porto, la niña no llegó a entrar en la vivienda de Teo porque se arrepintió y tuvo que llevarla de nuevo a Santiago; la dejó sola en una plaza, con las llaves y sin teléfono. Nadie la vio a esa hora. Ella condujo de vuelta a la finca e incluso hizo un intento de ir a comprar una pelota de Pilates. Su móvil estaba desconectado.

Papelera desde verano

El Jurado tendrá que decir si los acusados ataron a la niña con unas cuerdas naranjas poco antes de morir. Un trozo de esa misma cuerda estaba en una papelera de la finca la noche del crimen. Porto intentó esconder esa papelera en la que también había pañuelos de papel donde se halló ADN cruzado de ella y de Asunta. Dijo que esa cesta y su contenido estaban allí desde principios de verano.

«Tengo a la niña sola»

La madre se cruzó con su vecino de la finca de Teo poco antes de las nueve. «Me voy, que tengo a la niña sola», le dijo. Llevaba las luces del Mercedes apagadas y tenía mucha prisa. El vecino no vio a nadie más en el coche. No hay pruebas de que en ese vehículo se trasladara el cadáver.

2

El periodista Alfonso Basterra efe

El padre: «Mi mayor urgencia era irme a comisaría»

La coartada de Alfonso Basterra sobre las horas en las que se produjo la muerte de su hija es mucho más solida que la de su mujer. Asegura que estuvo en casa leyendo y no salió. Ninguna cámara le grabó y su móvil estaba apagado. Dos testigos contaron en la instrucción –están citados– que lo vieron con Asunta pasadas las seis de la tarde, un horario compatible con los intervalos que señala la autopsia.

«No olvides la medicina»

«Yo la llamo muchas veces. Nena, cuando vengas a comer no te olvides de traer la medicina. No te olvides de traer el Orfidal», reconoció Basterra al juez, pero negó que él guardara esas pastillas en su casa. El periodista respondió en numerosas ocasiones «no lo recuerdo» tanto en preguntas referidas al día del crimen como a un par de semanas antes. Según él, madre e hija se fueron juntas de su casa; las cámaras de un banco desmienten esa versión. Él se quedó leyendo y ya no volvió a salir de la casa hasta que Charo le llamó porque la cría había desaparecido.

«Asunta iba con su padre»

«Vi a Asunta el sábado por la tarde en el centro de Santiago con su padre (...) Nos cruzamos en la esquina donde hay un sitio de maquillaje». Eran entre las seis y las seis y media. Esto es lo que declaró una menor que conocía a padre e hija. Esta testigo iba acompañada de un amigo. Son las únicas personas que les vieron. Basterra asegura que no salió.

«Me enfrasqué en la lectura»

«Conté con que si se habían marchado a las 17.15, entre las ocho y las ocho y cuarto Asunta estuviera en casa. Me enfrasqué en la lectura del libro. A las nueve llamo a Charo, luego al fijo y luego al móvil de Asunta (...) Y hago esa operación tres veces a los tres escenarios». Su exmujer le llamó para devolverle esas llamadas en torno a las nueve y diez de la noche, dijo. Pero a esa hora el móvil de Charo no tenía batería, según declaró ella.

La cuerda de los jardineros

Cuando la Guardia Civil encontró un trozo de cuerda en una papelera de Teo -igual que la hallada junto al cadáver- que Porto intentaba ocultar, Basterra salió en su auxilio: era la que usaban los jardineros para labores por la finca.

«No pregunté dónde la dejó»

«No le pregunté dónde había dejado a la niña, yo la creí. Cómo voy a ser tan retorcido para pensar que me está contando una bola (...) No tengo ninguna duda sobre Charo», declaró. «Mi mayor urgencia era irme a comisaría y decir lo que está pasando». No buscaron a Asunta ni media hora antes de poner la denuncia. Esto llamó la atención desde el primer momento.

3

El juez José Antonio Vázquez Taín, encargado de la investigación del asesinato de Asunta Basterra efe

El fiscal: «Asunta no pudo defenderse al estar bajo los efectos del Orfidal»

El fiscal Jorge Fernández de Aránguiz recoge en veintiséis puntos contundentes como un puñetazo no solo el día del crimen y los antecedentes de sedación a Asunta Yong Fang sino también un breve recorrido por la biografía familiar de Rosario Porto y Alfonso Basterra. El presidente del Tribunal que los juzgará sigue ese guión para establecer los hechos justiciables sobre los que deberán pronunciarse los jurados para emitir su veredicto.

Medicina en la comida

«El 21 de septiembre de 2013 los acusados y su hija comieron juntos en el domicilio de Alfonso. Puestos de común acuerdo, y con la intención de acabar con la vida de la niña, le suministraron una cantidad del medicamento indicado necesariamente tóxica para posteriormente, cuando hiciera efecto, asfixiarla».

La madre la llevó en su coche

Asunta salió sola del piso a las 17.20 de la tarde y se dirigió a la casa donde vivía con su madre, a solo unos metros, para hacer los deberes. Un poco después de las seis, Rosario «siguiendo el plan acordado con Alfonso se llevó a Asunta a la finca de recreo de la familia» en Teo. Lo hizo en su Mercedes y desconectó la alarma de esta casa a las afueras de Santiago a las 18.33.

Ambos la asfixiaron

«En un momento comprendido entre que fue llevada a Montouto y las 20 horas la asfixiaron por medio de la compresión que le aplicaron sobre la boca y la nariz». La niña en esos momentos sufrió náuseas o vómitos, como reflejó con nitidez la autopsia. «Asunta no pudo defenderse de modo efectivo porque estaba bajo el efecto del medicamento que con ese fin le habían suministrado»: Orfidal, un ansiolítico que provoca somnolencia y sedación y que, por supuesto, nadie le había recetado a la cría aunque sí a su madre. «Se la suministraron repetidamente durante el verano de 2013», señala la Fiscalía que repasa en su escrito los días en que la niña fue drogada durante ese verano y los efectos que causó en la víctima y que advirtieron otras personas de su entorno (como profesoras y amistades).

La ataron de pies y manos

«En un momento próximo a la muerte la ataron por los brazos y los tobillos por medio de unas cuerdas plásticas de color naranja». Tres troxos de esas cuerdas estaban junto al cadáver de la pequeña; en una papelera de la casa de Teo se encontró es madrugada un trozo de la misma cuerda que habían usado para atar a la víctima horas antes. Rosario intentó apoderarse de esa papelera y alterar los efectos, según la Fiscalía. Alfonso, sin ser preguntado, dijo que estaba ahí porque la usaban los jardineros para labores por la finca.

Tirada en una cuneta

«La trasladaron a la cuneta de una pista forestal del lugar de Feros (Teo) que dista de la casa unos 4 kilómetros. Allí fue encontrada en torno a la 1.15 horas de esa madrugada.

El fiscal desgrana los momentos previos y posteriores de forma telegráfica. La denuncia que presentaron los padres, que acudieron a las 22.17 a la Policía por la desaparición de Asunta «con la intención de dar a entender que se había tratado de un secuestro» y su versión primera de que la niña se había quedado estudiando en casa de la madre.

Fernández de Aránguiz pide 18 años de prisión para cada uno con la agravante de parentesco. Ya ha protagonizado varios momentos de tensión con Basterra que podrían repetirse. La acusación popular, representada por la asociación «Clara Campoamor» eleva la petición a veinte años. Las dos defensas piden la absolución.

Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación