Corbyn e Iglesias: ¿parecido razonable?
El líder de Podemos asegura que «tienen toda la razón» quienes comparan al nuevo líder del partido laborista británico con él mismo. ¿Qué tienen en común los dos políticos?
«Lo fundamental son los programas. No se trata de quién la tenga más grande... La 'I' de izquierda de la camiseta ». Así argumentaba Pablo Iglesias su empeño en ver en el nuevo líder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, a un dirigente a su imagen y semejanza . Y que lo haga pese a que Corbyn ha venido a darle a su partido un buen tirón a la izquierda mientras Iglesias insiste en intentar ubicar el suyo en el centro del tablero.
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El líder de Podemos publicaba este lunes un artículo en El País en el que se preguntaba por qué «todos hablan del Pablo Iglesias británico» . Una analogía que asegura que no ha salido de él si no de la prensa española y que, en cualquier caso, considera acertada: «Tienen toda la razón en hacerlo», indica él mismo al inicio del artículo. El símil bien la valió al de Podemos numerosas críticas por un comportamiento en el que algunos vieron un exceso de ego , por arrogarse la figura de un político sexuagenario y con una reconocida —aunque hasta ahora, no tan mediática— trayectoria combativa contra el «establishment».
¿Por qué surgen?
Para Iglesias, la aparición de Podemos se ubica en una «crisis de identidad del PSOE» , que «no se atrevió a ser socialista». Y el partido morado vino a ocupar ese hueco. De hecho, ya desde las elecciones autonómicas y municipales y ahora también en la campaña para las catalanas la cúpula de Podemos se empeña en apelar al socialista de corazón para sumarlo a sus filas. «Cada vez son más los socialistas que vienen con nosotros», se vanagloria Iglesias en su artículo.
También cree Iglesias que la aparición de Jeremy Corbyn responde a una crisis del Partido Laborista británico. La única diferencia es que «ha aparecido desde dentro». El de Corbyn no es, como Podemos, un partido emergente; pero quizás sí la reinvención de un viejo partido.
Corbyn, de 66 años y representante parlamentario por un distrito de Londres desde 1983, quiere hacer que el partido socialdemócrata vuelva a la senda izquierdista anterior a la llegada al poder de Margaret Thatcher, cuando la conservadora dio un golpe en el tablero político británico y forzó a los laboristas a adaptarse a sus postulados. Y si de hablar de «tableros» se trata, es aquí donde el discurso de Iglesias confronta. El de Podemos no quiere ni oir hablar de la izquierda, un «eje ideológico» que considera obsoleto, y prefiere apelar a una pretendida centralidad que le permita ganar elecciones y hacerse con el Gobierno.
«Tenemos un origen político distinto, pero estamos de acuerdo en las cosas fundamentales. Los dos formamos partes de un movimiento de renovación al que no pondría ninguna etiqueta », ha insistido esta misma mañana en Cope.
«Compartimos diagnóstico»
«No estoy de acuerdo con Corbyn porque sea de izquierdas, sino porque está contra la desigualdad, porque es el parlamentario que menos dinero gasta o por su postura frente a la guerra de Irak», señalaba Pablo Iglesias. En el artículo que firmó en El País, el secretario general de Podemos aseguraba que ambos coincidían en los diagnósticos de una situación que vienen a combatir .
Corbyn huye de la tercera vía proclamada por el ex primer ministro Tony Blair, quien ganó tres elecciones consecutivas, dos con mayorías impensables hoy para los laboristas, y de la «austeridad light» de su predecesor Miliband, según él mismo dijo a Sputnik Nóvosti. Enfrentarse a la austeridad es el eje principal de ambos líderes, y unas líneas programáticas cuyos adversarios políticos han tachado de populistas o, cuando menos, fantasiosas. «Son políticas de Alicia en el País de las Maravillas» , indicaba el propio Tony Blair de las medidas que proclamaba su compañero de partido.
Líneas programáticas
Nada más vencer en las primarias laboristas, Podemos emitió un comunicado en el que felicitaba a Corbyn por «su arrolladora victoria» y añadía: «Hoy es un buen día para Europa». Los dos líderes apuestan por mantenerse en la Unión Europea, lo que no es baladí en el caso del británico —el dirigente laborista tiene a sus espaldas una trayectoria marcada por el euroescepticismo, que ahora parece haber dejado atrás—, pero no sin antes someterla a profundas reformas . Y la primera no podía ser otra que acabar con las medidas de austeridad.
Corbyn quiere además dejar una impronta ecologista en sus políticas y especialmente fomentar las «nacionalizaciones de sectores estratégicos» , todo ello medidas asociadas a Podemos. Si bien Iglesias se ha ido alejando del discurso del «exprópiese», sigue manteniéndose firme en que hay algunos sectores que han de volver a la tutela del Estado. Defender políticas expansivas, promover una nueva política fiscal para que paguen los ricos, reforzar el papel de los parlamentos... Los discurso programáticos de Corbyn e Iglesias mantienen puntos de encuentro. Queda por ver cuántos una vez que los de ambos queden totalmente definidos.